“Pensé que íbamos a colgar los tenis”, la familia que enfermó de COVID-19 y sobrevivió para contarlo

Al darse cuenta que estaban contagiados del coronavirus buscaron atención en el hospital Zacamil y en el Militar, pero no fueron atendidos por lo que optaron por encerrarse en su casa y seguir al pie de la letra las indicaciones de un médico privado.

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Robin trabaja con su padre Home Office, ambos con contadores y ahora que gozan de buena salud han retornado a las actividades laborales. Foto EDH / René Quintanilla

Por René Quintanilla

2020-07-17 9:06:05

Mauricio Almendárez Flores, de 50 años, y dos hijos se contagiaron de COVID-19 a finales de junio.
Cuando tuvieron los primeros síntomas pidieron ayuda en el Hospital Zacamil y el Hospital Militar, pero no la obtuvieron. La angustia y desesperación los llevó a tomar la decisión de quedarse encerrados en casa y enfrentarse cara a cara la mortal enfermedad. Luego de dos semanas se recuperaron y ahora viven para contarlo.

Mauricio o Mauro, como le conocen sus amigos, es contador general y motociclista, relató lo difícil de la enfermedad y el duro momento que vivió al darse cuenta que era portador de COVID-19.

“Fui el primero, no sé dónde contraje el virus, me dolió la vista, fiebre, dolor de huesos, sentí falta de oxígeno, pérdida de apetito, vivo en un tercer piso y subir las primeras gradas me dejaba fatigado, empecé a sospechar que tenía coronavirus, ahí fue donde empezó el calvario”, recordó el motociclista miembro del club Los Buitres.

Luego de Mauricio enfermaron sus dos hijos, Robin Guillermo e Ian, de 28 y 24 años. Ante esta situación decidieron buscar ayuda médica en hospitales.

Mauricio Almendárez contador de profesión y motociclista de corazón afirmó hubo un momento en que pensó que iba a morir por las altas temperaturas y las dificultades para respirar mientras tenia Covid 19. Foto EDH / René Quintanilla

“Fuimos al Hospital Zacamil y al Hospital Militar, en el primero nos dijeron que no estábamos tan críticos, que fuéramos a una Unidad de Salud o que fuéramos a la casa y en el otro que solo aceptaban socios”, afirmó Robin.

Ante la falta de atención del sistema de salud optaron por consultar a un médico privado y seguir al pie de la letra la receta que les salvaría al final la vida confinados en su apartamento.

“Me preocupé, agarramos un Uber para casa y nos comunicamos con un doctor, le contamos los síntomas y nos dejó a todos unos tratamientos que tomamos por 7 días”, detalló Mauricio.

Mauricio Almendárez junto a su hijo Robin Almendárez sobrevivieron al Covid 19 luego de pasar dos semanas encerrados en su apartamento. Fueron a los hospitales pero les negaron la ayuda porque no los veían tan graves. Foto EDH / René Quintanilla

“Troferit, Azitromicina, zinc, Nitazoxanida, Prednisona, Vitasil C, Acetaminofén, Oraldex, té de manzanilla y mucho reposo”, comentó sobre las medicinas que les recetaron.

El encierro en casa fue por dos semanas y tuvieron que librar mano a mano la batalla contra el coronavirus en sus cuartos, su única ayuda era la novia de Robin que se encargó de llevarles medicinas y víveres para sobrevivir.

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“En esas dos semanas con mi hijo ya mirábamos las patas de cabra, la falta de oxígeno, la tos severa. No me dio hambre, bajé 15 libras, para tomarme la medicina me comía dos guineos diarios. Tuve miedo, pensé que no lo iba a estar contando, porque la falta de respiración me preocupó y pensé que me iba a surgir otra enfermedad”, recordó Robin.

El hijo mayor de la familia Almendárez fue el que presentó un cuadro más crítico, su estado de salud fue delicado. “No encontramos Ivermectina, ni zinc, tardamos en encontrarlo, me puse grave, p, uno piensa que va a colgar los tenis”, relató Robin.

Mauricio trabaja desde casa, él y Robin son contadores y ambos desarrollan una pasión por el mundo del motociclismo y los videojuegos.

En medicinas gastaron alrededor de $300 y ellos resienten la falta de apoyo del Gobierno, opinan que alguien que no tiene dinero para medicina fácilmente muere.

Luego de dos semanas la recuperación de la familia Almendárez fue notoria y ahora es una experiencia de vida que les hace ver las cosas de manera diferente.