La incertidumbre se ha apoderado de los vendedores del mercado de pulgas que en las últimas décadas ha funcionado viernes y sábado en el parque Centenario de San Salvador; esto luego de que la comuna capitalina emitiera un acuerdo de prohibición de ventas en sitios públicos.
“Nos va a afectar si se llega a dar eso de que van a cerrar las plazas”, afirmó Alexander Ferrer, uno de los comerciantes informales que desde 2003 sobrevive de vender productos usados, entre ellos ropa, en el mercadito del Centenario.
Según el acuerdo tomado por el concejo municipal, mismo que también ha circulado en redes sociales, la disposición está en sintonía con el Artículo 15 de la Ordenanza Reguladora del Comercio en el Espacio Público del Municipio de San Salvador, entre otras normativas, así como con los esfuerzos de prevención del COVID-19.
La medida abarca todas las plazas y parques del municipio sobre todo las que están en los alrededores de hospitales, centros de salud y estará vigente hasta el 31 de diciembre, incluso con posibilidades de prolongarse si es necesario.
Este medio solicitó a la oficina de comunicaciones de la municipalidad copia del documento suscrito por los miembros del concejo; hasta el cierre de la nota este no había sido compartido, solo quedó la promesa de que se iba a trasladar la petición.
Alexander Ferrer, quien tiene una esposa y un hijo adolescente que sostener, estimó que en la actualidad este mercadito aglutina a un aproximado de 169 vendedores.De acuerdo con lo que externó, hasta antes de la nueva disposición municipal estaba previsto que el punto de venta se reactivara hace tres fines de semana, algo que hasta el momento no ha sucedido.
El vendedor, quien tiene 50 años, comentó que se vio en la necesidad de trabajar de manera informal luego de sufrir dos accidentes, uno futbolístico y otro automovilístico, lo cual le impidió desempeñarse en el fútbol profesional como lo hacía.“La misma necesidad me ha hecho que yo emprenda a vender ropa de segunda.
Lastimosamente (en esta pandemia) no fui favorecido con los $300.00 y solo la canasta básica”, indicó.Según lo expuesto por Ferrer, viene de un hogar humilde, donde su madre Adela Ferrer, lavó y planchó ajeno para sacarlo adelante a él y a otros dos hermanos, quienes también han jugado al fútbol.
Pero este vendedor no es el único con esa inquietud, dado que en redes sociales ya otros usuarios incluso dan por hecho la inminente desaparición del mercado de pulgas del Centenario, el cual dicen opera desde hace 50 años.