Metapán sin recursos para monitorear contaminación de lago de Güija

Según técnicos ambientales de la alcaldía, la explotación de la mina Cerro Blanco, en Guatemala, agravará la contaminación existente en el lago y amenaza con la seguridad alimentaria, economía y la salud de los pobladores de la zona, así como el suministro de agua potable hacia el Lempa.

Mientras que la bióloga Elizabeth Sanabria lamenta que la unidad ambiental de la comuna no cuenta con los recursos y el equipo necesario para monitorear los minerales y la contaminación que hay en la playa de los metapanecos. Video EDH/ Fabricio J.

Por Evelia Hernández

2021-10-31 9:30:54

Mientras el Gobierno planea la construcción de una pista de aterrizaje de avionetas en Metapán para aumentar el turismo, los metapanecos están preocupados por el impacto de la contaminación de la principal atracción y generador de carne de pescado del municipio, como es el lago de Güija, y el riesgo que esta genera en la calidad de vida de los habitantes de la zona.

La Unidad Ambiental de la municipalidad señala que no cuenta con los recursos necesarios para monitorear el grado de contaminación que tiene el espejo de agua.

Hay un inminente riesgo de contaminación del lago por la reactivación de la explotación minera del Cerro Blanco, en Guatemala, que amenaza con un grave impacto en el medio ambiente, la seguridad alimentaria, economía y calidad de agua potable de miles de salvadoreños.

La ingeniera Melani Calderón, encargada de la unidad de Ambiental de la alcaldía de Metapán, plantea un escenario sombrío para el Lago de Güija, sus habitantes y la población que se abastece de agua potable del río Lempa, principal afluente del país, el cual se nutre de las aguas de Güija.

Lee también: Luis Parada: Gobierno estaría pensando en reabrir la minería metálica

“La explotación de Cerro Blanco podría generar más contaminación al lago de Güija, a los metapanecos por el consumo de agua, turismo y alimentación, porque toda la gente depende de lo que producen acá... Puede afectar toda la cuenca del Lempa en la parte de distribución del agua de San Salvador”.

Melany Calderón, .

Entre las consecuencias está la disminución en la producción de peces, pérdida de biodiversidad, agricultura y también enfermedades por la absorción de metales pesados como el arsénico y el mercurio; y de la cual no se tiene un estudio científico que determine la cantidad de trazas que posee el lago.

Agregó que la contaminación del lago lo componen diferentes factores y el aumento de trabajos de explotación de la mina del Cerro Blanco para el año 2022 agravará las condiciones de vulnerabilidad de El Salvador, que es la población que recibirá el mayor impacto de la contaminación de metales pesados, que al no trabajarse de manera adecuada y con tecnología de punta, comprometen los ecosistemas de Güija y el Lempa.

Izquierda a derecha (Biologa Elizabeth Sanabria
y la Ingeniera Melani Calderón)
Entre las consecuencias está la disminución en la producción de peces, pérdida de biodiversidad, agricultura y también enfermedades por la absorción de metales pesados como el arsénico y el mercurio; y de la cual no se tiene un estudio científico que determine la cantidad de trazas que posee el lago.
Foto EDH/ Francisco Rubio

“Como alcaldía desconocemos si ellos tienen un estudio de impacto ambiental o tiene los permisos pertinentes. No van a ser químicos verdes sino que son cianuro, arsénico y mercurio. Son metales pesados que tienen una trazabilidad increíblemente grande porque no solo quedará en el lago, también en peces”, sostuvo Calderón.

Mientras que la bióloga Elizabeth Sanabria lamenta que la unidad ambiental de la comuna no cuenta con los recursos y el equipo necesario para monitorear los minerales y la contaminación que hay en la playa de los metapanecos.

Continúa leyendo: Embajada de EE. UU. rechaza acusaciones de Nuevas Ideas y reafirma que no apoya a partidos

“Lo único que podemos hacer es estar supervisando y ver los cambios físicos dentro de la entrada del río hacia el lago y ver que otra coloración o turbidez del agua hay. Es lo único que podemos ver a simple vista, porque no tenemos el equipo sofisticado para poder evaluar científicamente”, destaca Sanabria.

Miguel Polanco es un metapaneco de 60 años, que desde hace 50 años visita frecuentemente el lago, y lamenta cómo se ha deteriorado la “perla preciosa de Metapán”, como él llama al cuerpo de agua.

El sextuagenario reconoce el problema de contaminación que hay en torno a la explotación minera en Cerro Blanco y sus consecuencias en los recursos hídricos de Metapán y la sequía de algunos ríos a causa de esta.

“Como unidad ambiental, no podemos tener un estudio sobre la alta contaminación que pueda haber acá, si no tenemos prueba científica. Solo lo puede hacer el Ministerio de Medio Ambiente”

Elizabeth Sanabria, .

“Es una parte natural y ya cuando se hace esto (explotación ) arruinarían todo lo natural y le arruinarían la vida a mucha gente”, lamenta, ya que hay muchas personas que se alimentan de la producción de peces del lago.

Mientras que Lucía del Socorro Uruguay, quien nació en el cantón Azacualpa, del municipio de Metapán, y reside a la orilla del lago, desconoce el riesgo de la minería en Cerro Blanco, pero afirma que la contaminación del lago afecta en la mortandad de los peces y que desconocen qué lo causa.

“Afecta porque el pescado se muere, hace tiempo hubo muerte de pescados y pensamos que era porque el lago se había puesto verde”, describe, a la vez que menciona que cuando esto ocurre la comuna no les comunica a qué se debe la muerte de los peces.

Foto EDH/ Francisco Rubio

El técnico ambiental de la alcaldía calera, Nahúm González, admite que el riesgo de la explotación minera en Cerro Blanco es grande y que este incrementa porque el río Ostúa, de Guatemala está siendo contaminado por la mina, y este caudal alimenta al lago de Güija.

“Y San Salvador recibe agua del río Lempa y este lago (Güija) drena al río Lempa, eso como afectación al consumo de agua potable. De la parte alimenticia, el lago es productor de carne de pescado y la mayor cantidad de lo que produce Güija es consumida por algunos municipios de Jutiapa, en Guatemala”, indicando que las trazas de metales estarían en la carne de pescado y caracol.

González señala que el presidente Nayib Bukele debe dialogar con su homólogo, Alejandro Giammattei, para crear una mesa binacional de trabajo para resolver y minimizar el impacto que afectará en mayor parte a la población salvadoreña.

“Este tipo de problemáticas se da a nivel nacional, pienso que aquí debería actuar cancillería porque como tal nos tienen que defender como patria, el presidente tendría que pronunciarse”, argumenta la bióloga Sanabria.

Los tres técnicos de la Unidad Ambiental de la alcaldía de Metapán sostienen que la comuna no cuenta con los mecanismos económicos y científicos para hacer frente al riesgo y el impacto de contaminación que ocasionará el aumento de explotación de plata y oro de la mina cerro Blanco.

“Lastimosamente como municipalidad no tenemos una línea de base sobre especies de peces, aves y calidad de agua”, dijo González aunque detalla que hay una sobre la calidad del agua, hecha por la Universidad Autónoma de Managua, del año 2013.

La ingeniera Melani Calderón, encargada de la unidad de Ambiental de la alcaldía de Metapán, plantea un escenario sombrío para el Lago de Güija, sus habitantes y la población que se abastece de agua potable del río lempa, principal afluente del país, el cual se nutre de las aguas de Güija.
Foto EDH/ Francisco Rubio

El estudio explica que hace siete años el agua de Güija era útil para el turismo y la pesca, “no había un grado de contaminación para esos años”, destaca, pero que actualmente se desconoce el grado de contaminación que hay.

El estudio más reciente de la calidad para diversos usos en la Región hidrográfica del río Lempa clasifica la calidad del agua superficial en Metapán con un índice de calidad de 52, un rango regular, y sostienen que no es apta para consumo de especies de producción animal, según estudio publicado en 2020.

Desde el 2015, diversos organismo denuncian que El Salvador es afectado por la explotación minera en Guatemala, donde no existe ningún tipo de control o monitoreo de los acuíferos de Ostúa y Metapán, lo cual afecta la vida humana porque se consume la carne de estos peces; la parte de la flora también se va a ver afectada porque en la rivera del lago se cultiva, maíz, frijol, sorgo, advierte la bióloga Sanabria.

En El Salvador desde el 2017 está prohibida la explotación minera, sin embargo, las cuencas de los ríos fronterizos con Guatemala y Honduras se han contaminado por la minería en esos países.

Por el momento, las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente no se han pronunciado ante la amenaza de la reactivación de la minería en cerro Blanco, en Guatemala.

El único anunció hecho en octubre por una institución del Gobierno fue la planificación de una pista de aterrizaje para atraer turistas, la cual fue hecha por el Organismo Promotor de Exportaciones e Inversiones de El Salvador (Proesa).

Mientras que el presidente de la Anda, Rubén Alemán, aseguró que los equipos de la planta potabilizadora Las Pavas, hoy Torogoz, tiene la capacidad de medir la contaminación del agua del Lempa que pueda provenir de la operación de la mina a cielo abierto Cerro Blanco.

“El comercio de minerales siempre va a alegar que no hay ningún riesgo, pero la historia nos enseña otra cosa. Habría que trabajar líneas bases para saber qué hay sobre la calidad de agua del lago de Güija y sobre las especies”

Nahúm González, .