El Salvador registró 265 casos nuevos de personas infectadas con COVID-19 durante las últimas horas; en total la cifra de los casos confirmados ascendió a 6,438.
De acuerdo a las cifras oficiales del 29 de junio las cifra de fallecidos llegó a 174; los recuperados son 3,770.
En los reportes más recientes del Ministerio de Salud, en su cuenta de Twitter, destacó el deceso de 10 personas.
Los fallecidos fueron: tres hombres con edades entre 30 y 40 años; otros dos de entre 50 y 60; un hombre de más de 60 años; mientras, las mujeres fallecidos fueron: tres de 30 a 40; una con edad entre 50 y 60.
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Hasta la fecha, las autoridades sanitarias han hecho 160.216 pruebas del coronavirus.
La mayoría de casos en El Salvador se ubica entre los 20 y 39 años, o sea, 2.729 personas; de seguido, hay 2354 entre los 40 y 59 años, además de 667 entre los 60 y 79 años.
En discusión medidas para frenar contagios
Las cifras fueron dadas a conocer mientras políticos y personal técnico sanitario intensifican la discusión sobre cómo disminuir la cifra de los contagios.
Por un lado el Gobierno, a través del Ministerio de Salud, propone una cuarentena estricta y luego una apertura de las actividades económicas, además desde el Ejecutivo exige un estado de excepción que limite la movilización de la población.
Mientras, doctores especialistas, de larga trayectoria y prestigio en el gremio médico, advierten que no es factible una cuarentena obligatoria para toda el territorio nacional y recomiendan que se focalice el combate de la pandemia en las zonas donde hay mayor contagio.
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“El confinamiento obligatorio generalizado nos parece que no es la única solución para enfrentar el problema. Nosotros consideramos que si hay sitios o regiones donde hay un descontrol o incremento de casos, estos sitios son los que deben de hacerse las medidas sanitarias para controlar esos casos”, dijo Milton Brizuela, presidente del Colegio Médico, y quien ejerce en un hospital público.
Brizuela solicitó al Gobierno transparencia en los datos de la pandemia y que se cree un comité verificador de datos, lo cual tiene como finalidad controlar el ritmo de contagios del nuevo virus.
A través del análisis de las cifras y el comportamiento de estos se puede evaluar la reapertura o confinamiento en las zonas de contagio.
Ante la acusación de falta de transparencia, el ministro de Salud, Francisco Alabí, ha manifestado que los datos están ahí y en sus declaraciones confirma que hay un subregistro de las personas que han fallecido y que no se le aplicó la prueba, los cuales entran en el rango de muertes sospechosas por la enfermedad.