Ayer el vicepresidente de la República, Félix Ulloa, dio por sentado el pliego de reformas que han venido trabajando los miembros de la comisión Ad Hoc y que será presentado el 15 de septiembre al presidente Nayib Bukele. En realidad, no se tratan de reformas, es una nueva Constitución la que están diseñando, afirmó el abogado constitucionalista, Enrique Anaya.
Al decir de Anaya hay cambios que se están planteando que no necesitan de una reforma a la Constitución, por ejemplo, la de crear más Salas en la Corte Suprema de Justicia.
Ulloa detalló ayer en una entrevista radial que planean crear dos Salas más, la “Sala de lo Electoral” y la “Sala de lo Social” y eliminar la Sala de lo Constitucional, ésta última para elevarla a un “Tribunal Constitucional”.
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“La división de la Corte Suprema en Salas no es por Constitución, está en la Ley Orgánica Judicial, para crear una nueva Sala no hay necesidad de reformar la Constitución”, afirmó Anaya.
Pero más allá de todos esos cambios, para Anaya no existe justificación social ni política para que el gobierno lleve a cabo reformas a la Constitución.
“Todo el proceso de reforma está viciado formalmente y materialmente, formalmente porque no tiene justificación ni social ni política, de una exigencia de reforma, como existió en Chile, es sencillamente el proyecto personal del vicepresidente para que lo llamen padre de la Constitución. Servirá para consolidar y formalizar el régimen autocrático del presidente Bukele”, afirmó Anaya.
Eso es en cuanto a ciertas reformas profundas que el vicepresidente anunció, pero advierte que Ulloa deja a un lado la otra cara de lo que sus “cheros” con los que se reúne cada sábado para decir qué se reforma en la Constitución o no, han olvidado.
En lo expresado por Ulloa en su entrevista deja abierta la posibilidad de que el aborto sea despenalizado, de aplicar la eutanasia o “muerte digna” como la ha calificado; y legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo.
“Entiendo que los grupos feministas no es propiamente despenalizar el aborto lo que quieren, es que por lo menos existan causales donde el aborto sea despenalizado”, reflexionó Anaya.
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En este punto, el abogado constitucionalista Francisco Bertrand Galindo, también señala que son reformas constitucionales que generarán mucho temor en la población y que requieren un debate muy serio y extenso con toda la sociedad civil, dado el carácter religioso y valores cristianos que la mayoría de salvadoreños profesan.
“Este tipo de cosas van a generar por supuesto mucha discusión pero, además mucho temor y mucha preocupación en sectores de la población que suelen ser bastante duros”, afirmó el abogado.
Sin embargo, señala que este tipo de reformas son las que definirán las próximas elecciones, ya que será la legislatura venidera quien las ratifique.
“Sobre la mesa estará la posición de los posibles futuros candidatos de las diversas formas, allí vendrá el tema de qué tan fuertes son los temores de los grupos sociales que se puedan oponer a la reforma, esto puede tener implicaciones electorales importantes”, señaló Bertrand Galindo.