El Juzgado Segundo de Sentencia condenó a penas de entre 15 y 20 años de prisión a dos hombres por asesinar a un agricultor de 64 años.
Los hechos ocurrieron en abril de 2017 en el interior de la finca Bendición, ubicada en el cantón Planes de la Laguna, en Santa Ana.
Los condenados fueron identificados como Jonathan David Sandoval Ortiz, alias Chón, de 21 años, y Nelson Vladimir Guerrero Galán, alias Catocho, de 40 años; por el delito de homicidio agravado en contra de Miguel Angel Soriano.
Nelson Guerrero fue condenado a 20 años de prisión por los delitos de homicidio agravado previsto y Jonathan Sandoval, a 15 años como cómplice no necesario.
Un testigo criteriado manifestó que luego de una discusión, la víctima les decía a los asesinos que se calmaran, también vio que Catocho le apuntaba al agricultor a la altura de la cara con un arma de fuego pequeña.
Ante esto pudo ver el testigo que el anciano con un corvo trataba de apartar la pistola, mientras que Chón, se encontraba a una distancia de aproximadamente uno a dos metros de Catocho, vigilando. Entonces, vio cómo el sujeto le disparó varias veces al agricultor en la cabeza.
En otro caso similar
El 16 de abril José Ángel Moreno, un agricultor de 44 años, salió a las 5:30 de la mañana del lunes rumbo a su trabajo, una finca ubicada a varios kilómetros de su casa, desde ese momento su esposa, hijos y hermanos ya no supieron de él.
Fue hasta el siguiente día que su cadáver fue localizado enterrado entre unas huertas de guineo ubicadas a un costado de una casa del caserío Los Canjura, en el cantón El Jocote, de San Matías, La Libertad.
Durante la tarde mientras esperaban noticias de José vieron a una patrulla policial y reportaron la desaparición del agricultor, desde ese momento policías y familiares comenzaron la incesante búsqueda.
“Al caer la noche regresamos a la casa, pero ahora en la mañana (martes) salí con un sobrino y dos de mis perros para seguir la búsqueda”, indicó Agustín.
Añadió que a eso de las 7:30 de la mañana llegaron a una vivienda del caserío Los Canjura, al entrar al terreno las dos mascotas corrieron hasta las huertas y comenzaron a escarbar destapando uno de los pies del cadáver.