Agente de la Policía sobrevivió durante emboscada tras fingir que estaba muerto

Dos pandilleros fueron condenados a 60 años de prisión por ese hecho, en el que un agente fue asesinado y otro lesionado gravemente en Chalchuapa, en 2019.

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Imagen de referencia. Foto/ Archivo

Por Lissette Lemus

2021-12-06 8:17:28

Rafael Antonio Cerén López, de 32 años, y William Ernesto Retana Valencia, de 30, fueron condenados a 60 años de prisión por el Tribunal 2.º de Sentencia de Santa Ana por emboscar una patrulla policial, matar a un policía y lesionar a otro en 2019.

Los imputados fueron encontrados culpables por los delitos de homicidio agravado en perjuicio de José Dolores Romero Arias, agente de la Policía Nacional Civil, e intento de homicidio en perjuicio de otro agente, en un ataque armado cometido en la calle del cantón Piedras Rajadas, municipio de Chalchuapa.

Los sujetos también fueron condenados civilmente a un pago de $1,000 contra la víctima de homicidio agravado en grado de tentativa y $3,000 a favor de los familiares del agente asesinado.

El caso

El policía sobreviviente relató que la tarde del 9 de junio de 2019, él junto al agente José Dolores Romero Arias, ambos destacados en el puesto policial de San Sebastián Salitrillo, regresaban de entregar una documentación en la subdelegación de Chalchuapa, cuando Romero Arias le dijo que se iban a desviar por una ruta en una zona rural, pues una llamada anónima había solicitado atención de una emergencia.

La llamada fue una falsa alarma, era una “carnada” para que los criminales emboscaran a los policías.

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Cuando los agentes llevaban unos 15 minutos desplazándose por un camino rural, se percataron que había un grupo de pandilleros con armas largas tipo fusil.

Sin que los policías pudieran reaccionar, los sujetos los emboscaron y ametrallaron la patrulla.

En el atraco, el vehículo policial que era conducido por Romero Arias, se apagó, por lo que el agente se bajó del automotor e intentó huir, pero fue acribillado a balazos por los delincuentes.

El otro agente intentó sacar su arma, pero ya estaba lesionado del tórax y el brazo y no podía moverlo, entonces pensó en pedir ayuda a través del radio de la patrulla; sin embargo, este había sido dañado por los impactos de bala en el ametrallamiento.

El agente pensó pedir ayuda por su celular, y cuando se disponía a marcar, logró ver que uno de los atacantes se acercaba a la patrulla; en su intento de sobrevivencia, fingió estar muerto.

El pandillero se acercó a la patrulla y observó si había algún movimiento. “Están muertos”, gritó el delincuente e inmediatamente todos los atacantes se retiraron.

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El agente herido esperó unos minutos. Luego, como pudo, se bajó de la patrulla y alcanzó a llegar hasta donde estaba su compañero para auxiliarlo, le tomó los signos vitales, pero Romero Arias ya estaba muerto.

Unas personas que se desplazaban en otro vehículo en ese momento, al ver al agente herido, se bajaron a auxiliarlo y lo trasladaron al hospital.