Édgar Ovidio González Ostorga fue condenado este miércoles a cinco años de prisión por el Tribunal Quinto de Sentencia de San Salvador, por el delito de homicidio simple en contra del agente policial Gabriel Ángel Cortez Martínez.
Nicolás Humberto González Ostorga, hermano de Édgar, fue absuelto a solicitud de la misma Fiscalía, según el abogado de ambos, Pío Ayala, quien aseguró que una vez tengan por escrito la sentencia, la apelarán porque considera injusta la condena, pues los hermanos González Ostorga solo se defendieron tras sentirse amenazados.
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El crimen por el que los hermanos González Ostorga fueron procesados, se registró el 27 de agosto del 2019, en el kilómetro 19 de la carretera Troncal del Norte, en el municipio de Guazapa.
Según el abogado, los hermanos se conducían en una motocicleta hacia su domicilio, en una lotificación de Guazapa; llevaban más de 500 dólares que minutos antes habían retirado de un banco de Apopa. El dinero era una remesa que un pariente les había enviado para enfrentar una situación delincuencial de la cual la familia era víctima.
El acecho del agente
Ayala, el abogado, afirmó a El Diario de Hoy que desde que los hermanos González salieron de retirar la remesa se percataron que un motociclista los estaba siguiendo. Posteriormente, ese sujeto les sobrepasó en tres ocasiones y los amenazaba con una pistola.
En otro intento de sobrepasar, Édgar Ovidio le asestó dos balazos. El motociclista se fue a una especie de barranco a la orilla de la carretera. Los hermanos se detuvieron más adelante y llamaron al Sistema 911 para informar que habían disparado contra un delincuente que los iba persiguiendo.
Fue hasta que policías uniformados llegaron e inspeccionaron el cadáver que tenía un arma de fuego en el cinto, que se percataron que el muerto era un agente policial.
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Al pedir informes a la corporación, se enteraron que Cortez Martínez estaba destacado en la Delegación Centro de San Salvador, que debía estar en la misma porque estaba de servicio y no había solicitado permiso para retirarse.
Según el abogado Ayala, el agente policial tenía un récord con varios reportes disciplinarios.
Familia acosada por pandillas
Dos días antes del incidente en el que mataron al policía, la familia González Ostorga había sufrido el secuestro de dos de sus miembros en Santiago Nonualco, a manos de miembros de pandillas que cometieron el error de no registrar a un hombre con discapacidad en una mano, quien andaba armado y cuando los pandilleros les dijeron que los matarían, éste reaccionó, matando a uno. Los demás huyeron. Lo anterior fue comprobado.
Además, las pandillas recién les habían asesinado a otro miembro, según Ayala.
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Los hermanos González Ostorga enfrentaron el proceso con libertad porque en la primera audiencia se cambió el delito de homicidio agravado a homicidio simple.
Ayala considera que sus clientes se defendieron de lo que consideraron una amenaza tras sufrir varios episodios de violencia de pandillas. Pero, la Fiscalía argumentó que el homicidio se debió a un error salvable, es decir, que pudieron haber disparado a la motocicleta o a otra parte del cuerpo del agente policial. Al final, la condena impuesta fue de solo cinco años, luego de que el tribunal tomara en cuenta las circunstancias alegadas por la defensa.
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