Con papel bond secan periódicos históricos dañados por inundación en la Biblioteca Nacional

El Archivo General de la Nación (AGN) donó una resma para 200 ejemplares.

sde tempranas horas del viernes, el personal de la Biblioteca Nacional realiza labores de secado de los ejemplares de periódicos antiguos que resultaron dañados por la torrencial lluvia que cayó en la capital el pasado lunes.

Por Sergio Orrego

2019-05-04 8:43:56

Con ventiladores a toda su capacidad, grandes cantidades de papel absorbente y una larga mesa, en donde posan los periódicos mojados, amanecieron las instalaciones de la Biblioteca Nacional. La intensa lluvia de la noche del lunes inundó gran parte de la hemeroteca ubicada en el sótano del edificio, lugar en donde se resguardan numerosos ejemplares de periódicos publicados entre las décadas de 1970 y 1990.

Todos los empleados de la biblioteca trabajan en el rescate de esta colección. Corina Durán, del departamento de conservación, confirma que son aproximadamente 200 los ejemplares encuadernados que resultaron mojados y sobre los que se está utilizando papel absorbente como parte del proceso de secado.

Ella explica que el proceso consiste en separar con cuidado las hojas de los periódicos húmedos, para luego colocar un pedazo de papel absorbente con la intención que retenga la humedad, así hasta que el ejemplar quede totalmente seco.

Foto EDH / Sergio Orrego

Durán sostiene que se ha decidido tomar estas medidas debido a que existe una alta probabilidad que, pasadas 48 horas desde el contacto del agua con el periódico, comiencen a proliferar hongos que a la larga causen daños irreparables en la colección, esto debido a que este papel es más vulnerable a este problema.

Sin embargo, el equipo de restauradores se ha encontrado con el problema de la falta de papel absorbente. Ante la falta de recursos, las autoridades de la Biblioteca Nacional han recurrido, entonces, a utilizar hojas de papel bond que fueron donadas por el Archivo General de la Nación (AGN) y para su utilización se sigue el mismo proceso. Las autoridades de la biblioteca aseguran que ya se está gestionando la donación de más resmas de papel con otras instituciones del estado para completar el proceso de secado.

Este primer proceso tendrá una duración de dos semanas, para luego pasar a la siguiente fase: “Luego del secado viene el proceso de limpieza, en donde se eliminan las esporas de hongos que puedan tener los periódicos más mojados, y finaliza con el proceso de restauración que tarda alrededor de dos años” explicó la encargada del Departamento de Restauración.

Foto EDH/ Sergio Orrego

Agrega que los costos de esta labor son difíciles de calcular y estima que el proceso por cada volumen ronda los $50. “No se cuenta con un presupuesto y se están pidiendo donaciones”, aclara la experta, quien añade que cada fase de restauración tendrá un costo diferente.

El origen de la inundación

Manlio Argueta, director de la Biblioteca Nacional, sostuvo una reunión con técnicos de la Alcaldía de San Salvador y del Ministerio de Cultura, en donde esclarecieron que las alcantarillas cercanas a la Biblioteca están repletas de basura que viene desde el mercado en los alrededores del inmueble y esto pudo ser el origen del percance. “Esa alcantarilla está tapada y no corre el agua, de modo que cuando llueve, la alcantarilla rebalsa y el agua se mete” afirmó.

El Director espera que con los trabajos de saneamiento en la alcantarilla se pueda resolver la problemática de las inundaciones dentro de la Biblioteca Nacional, aunque pronostica que estas pueden continuar debido a que el edificio necesita mantenimiento. “Nosotros hemos averiguado, por los técnicos e ingenieros de fuera, que este edificio necesita mantenimiento cada cinco años, y resulta que no lo tiene desde 1986.”

Foto EDH / Sergio Orrego

Argueta lamenta el poco presupuesto que se designa al rubro de cultura, y aclara que aproximadamente el 80% de ese monto se distribuye en salarios y  gastos administrativos, que no son suficientes para invertir en el mantenimiento de la infraestructura. “No es posible invertir en este edificio que es tan precioso, nos han dicho que es una joya, es único en el país, sin embargo no hay dinero”, concluye.

De momento, las autoridades de la Biblioteca Nacional analizan reubicar todos los archivos que se encuentran en el sótano y llevarlos a la segunda planta del edificio. El director asegura que el inconveniente es el peso que estos puedan generar para la estructura que ya se encuentra con sobrecarga.