¿Qué haces cuándo te quemas o se quema alguno de tus pequeños?, ¿aplicas tomate o pasta de diente sobre la quemadura?, ¿conoces algún remedio casero que sea recomendado por tradición?
¿Sabes que estas acciones podrían causar una grave alergia en la piel? Todos los métodos antes mencionados carecen de una validación médica que pueden provocar infecciones, dificultar su cura, retrasar la cicatrización e incluso llegar a generar complicaciones de mayor gravedad.
Francisco Alabí, ministro de Salud, aseguró que ante quemaduras la mejor opción siempre será recibir atención médica: “Le pedimos a la población que ante una quemadura consulte oportunamente a las áreas hospitalarias, que por favor no estemos aplicando ningún tipo de sustancias, no hay que poner pasta de dientes, no hay que poner café, no hay que poner ninguna de estas cremas, ni maicena. Esas recomendaciones que tradicionalmente se hacen no hay que usarlas sino que asistir de forma oportuna a los centros de atención para que se reciba una atención hospitalaria”.
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El grado de quemaduras dependerá del daño causadas de en la piel, la quemaduras de primer grado son las que dañan la epidermis (piel superficial) y a estas es que por lo general suelen aplicarse remedios caseros. Estas se caracterizan por el enrojecimiento y dolor. Sin embargo, lo más recomendable es sumergir la parte afectada en agua fría.
Las quemaduras de segundo grado, son el siguiente escalón relativo a la gravedad porque afectan a la epidermis y a parte de la dermis. Estas pueden ser de dos tipos: Si afecta solamente la capa más superficial de la piel, es una quemadura de segundo grado superficial; si afecta las capas más profundas de la dermis, es una quemadura de segundo grado profunda, según explica la Sociedad Española de Heridas (SEHER).
En el primer caso, las características son las ampollas y el dolor, típicas de quemaduras por líquidos calientes como la leche. Mientras que las quemaduras de segundo grado más profundas tienen un color rojo o blanco, puede o no haber ampollas y el dolor es relativo porque dependerá de la cantidad de terminaciones nerviosas que sean destruidas.
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Por último se encuentran las quemaduras de tercer grado que suelen ser las más graves y en las cuales están todas las capas de la piel afectadas. En este caso, la piel se presenta inelástica, blanca u oscura y no suelen doler.
Para el correcto tratamiento de las quemaduras en casa es necesario enfriar la zona del cuerpo afectada inmediatamente. La solución más eficaz es aplicar abundante agua fría y mantener el contacto durante un largo tiempo hasta aliviar el dolor.
Después se debe cubrir la quemadura con un material que cumpla los siguientes requisitos: que alivie el dolor, facilite la cicatrización e impida la infección. Por lo general, no es recomendable emplear pomadas sin la prescripción médica adecuada, ya que muchas de ellas no son hidrosolubles, por lo que se adhieren a la piel quemada, o contienen agentes antisépticos que pueden provocar irritación o alergia.
La solución más eficaz es el uso de apósitos específicos para quemaduras, de tipo CAH, curación en ambiente húmedo.