Un cocodrilo hembra permaneció en cautiverio por al menos 14 años en una casa en la colonia Satélite, en San Salvador.
De acuerdo al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) el reptil, llamado Coco, media 2.60 metros de largo y pesaba cerca de 300 libras.
Por su tamaño y peligrosidad, fue necesaria la intervención de 5 técnicos del Marn para inmovilizarlo y trasladarlo hasta la zona segura donde fue liberado.
Según los especialistas del Marn, esa clase de reptiles, al ser seres primitivos, no pierden sus instintos de defensa, caza y reproducción.
“Los animales de la vida silvestre no son mascotas. Si ves uno no intentes tocarlo a llevártelo”, escribió el Marn en Twitter.
El 25 de julio, otro ejemplar de esa especie fue rescatado y liberado por técnicos en Vida Silvestre y guardarrecursos del MARN.
Se trató de un macho que había permanecido por 13 años en cautiverio en una zona del municipio de San Bartolomé Perulapia, en el departamento de Cuscatlán,
De acuerdo con el MARN, el reptil, de casi 2.5 metros de longitud, fue encontrado por agentes de la policía rural en un lugar conocido como Las Ñañas Gordas. Describieron que vivía en una pequeña pila de cemento, rodeada de una malla, oxidada; mientras que el agua estaba sucia, llena de lodo y de limo verde.
“El animal se encontraba en condiciones no aptas de cautiverio por lo que (los policías) dieron aviso al Ministerio para su rescate”, indicó la institución.
En su captura y liberación participaron cinco guardarrecursos, quienes lo llevaron a un área natural del país, antes se constató su estado de salud y le fue revomida una escama de la cola para marcarlo y “así llevar un conteo a futuro de esta clase de especímenes en el país”, explicó el MARN.
“El cocodrilo se liberó en una zona vigilada y que está destinada a la conservación de esta especie”, dijo el guardarrecursos del MARN, René Flores.
Ese mismo mes, el Marn liberó a cuatro cocodrilos americanos juveniles en una área natural en Ahuachapán.
Los reptiles fueron encontrados dentro de una zanja en la zona conocida como La Chumelera, en el cantón Garita Palmera, en San Francisco Menéndez, Ahuachapán.
Tras su rescate, los animales fueron evaluados y recibieron tratamiento médico.
El técnico en Vida Silvestre de dicho ministerio, Jordi Segura, expresó que los cocodrilos no mostraban lesiones y que les habían suministraron suero y desparasitantes.