Claudia Umaña, presidenta de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), habló este jueves sobre el deterioro que ha tenido la democracia en el país en el marco de la pandemia del COVID-19.
La abogada se refirió a la situación de El Salvador durante su participación virtual en el Foro Latinoamericano de Centros de Pensamiento de la Universidad de Pennsylvania, donde expertos internacionales compartieron experiencias de la región.
"En el caso de El Salvador, el COVID-19 no solo fue una crisis de salud pública sino también afectó la salud de la democracia", señaló Umaña en su intervención.
La representante de Fusades explicó que en el contexto de la pandemia se ha reducido el espacio cívico "a través de ataques a la libertad de expresión y al derecho de asociación que han afectado a periodistas y a centros de pensamiento".
Indicó, además, que "el mayor peligro ante la incertidumbre causada por la pandemia, no es la incertidumbre misma, sino actuar como en el pasado. Este es el reto, reinventarnos, adaptarnos y actuar con herramientas resilientes para los nuevos desafíos".
El evento denominado en inglés "The 2021 Virtual Latin America Summit" fue organizado por Think Tanks & Civil Societies Program de la Universidad de Pennsylvania. Según Fusades, se abordó, también, la importancia de los centros de pensamiento, el rol de estos, los desafíos y oportunidades en el marco de la pandemia.
"Los centros de pensamiento importan porque presentan propuestas innovadoras y sostenibles para lograr una sociedad más justa, inclusiva y moderna. La diversidad de pensamiento crea innovación para el siglo 21", tuteó Umaña.
En junio pasado, Umaña participó en una audiencia del Comité de Seguridad Nacional del Congreso de EE.UU., en el que se habló sobre las causas de la migración y la corrupción de los gobiernos centroamericanos.
En esa ocasión, la abogada dijo que las organizaciones civiles se muestran más conscientes sobre cómo la corrupción ha erosionado las normas democráticas, así como también han exacerbado la pobreza y ampliado la desigualdad social en la región, donde también se ha contribuido a generar las condiciones que obligan a las personas a dejar su país.
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