“Nunca hemos tenido un silencio epidemológico, es probable que tengamos una segunda ola”: Infectólogo Navarro sobre contagios de COVID-19

Aseguró que la población salvadoreña no puede estar confiada a la vacuna porque no se sabe cuánto dura la inmunidad y no será administrada a todas las personas. Además que El Salvador se necesita de una inversión alta para tener la tecnología adecuada y poderla conservar.

descripción de la imagen
Dr. Navarro Marín durante una entrevista televisiva para abordar la pandemia, en abril pasado. Foto Twitter @Frentea_Frente

Por Nancy Hernández

2020-12-07 10:06:57

El doctor e infectólogo José Navarro Marín, aseguró que los casos de COVID-19 son permanentes y existe la probabilidad de entrar a una segunda ola de contagios sin haber salido de la primera.

“El virus está circulando libremente por el país, estamos viendo, creo yo, la prolongación de la primera ola que nunca terminó. Nunca hubo un silencio epidemiológico, se mantiene comportamiento de primera ola, lo más probable es que entremos a una segunda ola”, dijo el profesional de la salud en la entrevista de Frente a Frente.

Navarro aseguró que los casos se mantienen porque el virus circula por todo el país y la población no practica las medidas de precaución. Explicó que durante el periodo de pandemia El Salvador no ha tenido un día con cero casos, por ello se habla de una prolongación de la primera ola.

“El temor que tenemos y ya lo hemos anunciado es que entremos en una segunda ola. En todas partes del mundo se está habla hasta de una tercera ola y las restricciones que se han tomado en vista de la segunda ola y ante la prevención de una tercera, ¿por qué no nosotros? Nosotros con la infraestructura social, tenemos más posibilidades de ser contagiados que los países en desarrollo y sufrir la enfermedad”, dijo Navarro.

Podrías leer: “En las últimas dos semanas de diciembre podemos ver el inicio de una segunda ola de contagios”, advierte Panameño

Respecto al número de casos diarios el ministro de Salud Francisco Alabí dijo que hay un promedio de 170 a 200 casos diarios y de estos “el 80 % de los pacientes son asintomáticos o presentan síntomas leves y solo el 20 % requiere Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)”. También puntualizó que los decesos diarios son personas mayores de 60 años con enfermedades crónicas.

Alabí hizo el llamado a la población a acatar las medidas de prevención, evitar aglutinaciones y practicar todos los protocolos necesarios.

“Insistimos en pedirle a la población el acatamiento de los protocolos y no asistir a aglomeraciones”, dijo en conferencia de prensa la mañana del lunes.

Navarro, también enfatizó que el prevenir una segunda ola de COVID-19 en El Salvador depende en gran medida de la población y que se sigan practicando las medidas sanitarias de prevención, sobre todo en esta época del año porque un nuevo confinamiento no sería la solución para prevenir un brote.

“Ya vimos que los problemas mentales se agudizaron a causa de los confinamientos, las personas siguen teniendo esos efectos. No se habla mucho de salud mental y cómo influyen los confinamientos durante las epidemias y pandemias, el aspecto psicosocial sobre la población nunca se ha discutido”, dijo.

Aseguró que durante el confinamiento se aprendió que el uso de mascarilla y el distanciamiento social son las mejores acciones de prevención que la población puede practicar para evitar contagios masivos. Recomendó a las autoridades y empresas privadas coordinar la entrega de mascarillas en centro comerciales, transporte colectivo porque algunos sectores de la población no tienen la posibilidad económica para comprar mascarillas.

Prevenir contagios masivos no depende de la vacuna 

“Las vacunas no curan,  las vacunas lo que hacen es estimular nuestro cuerpo cuando es introducido el componente que lleva la vacuna para que nuestro cuerpo reacciones formando anticuerpos contra ese componente”, explicó, Navarro.

Aseguró que las vacunas se trabajan con un fragmento del virus que sirve para reproducir anticuerpos y otros mecanismo de defensa para que cuando ingresen componentes extraño el cuerpo pueda reaccionar para protegerse, esta es la dinámica que se ha implementado desde siempre con las vacunas y se está haciendo ahora para obtener la vacuna contra el COVID-19, pero que no se debe esperar que termine con el virus, puesto que este “vino para quedarse”.

Navarro considera que la población salvadoreña no puede estar esperanzada a que venga la vacuna y no cree posible que esté en el primer trimestre del próximo año, así como lo han programado las autoridades, puesto que los procesos para aprobación son largos y no ocurren de un día a otro.

Además: El Gobierno es “irresponsable” por no actualizar datos de COVID-19, señalan médicos

“No creo que (la vacuna) esté en el primer semestre del otro año, yo dudaría mucho y lo digo porque para eso necesitamos mantener una cadena de flujo desde el momento en que se produjo la vacuna hasta el momento que va a administrar a las personas para dar la seguridad que se ha preservado adecuadamente. Esa es otra logística que es muy seria y el Gobierno debe de considerar”, explicó.

Informó que en El Salvador no existe la tecnología adecuada para conservar las vacunas que necesitan de una refrigeración de meno de 70° centígrados:

“No, no lo tenemos y ha sido una de las discusiones que hemos tenido en la Sociedad de Infectología de cuál sería la mejor vacuna que el país deba de adquirir en tema de la logística de cadena de frío y la conclusión de que realmente va a ser muy difícil al menos que el Gobierno tenga el dinero suficiente para tener esos freezer especiales de menos 70 grados para conservarla hasta el lugar que vaya a ser puesta a la persona”, manifestó.

Aseguró que en el país hay de este tipo de freezer, pero sólo para efectos de investigación en la Escuela de Medicina, ante esto una opción sería usar recipientes especiales con hielo seco o nitrógeno líquidos para poder mantener a esas temperaturas y la inversión sería bastante alto.

“El Gobierno debe de tratar de tener ese dinero, de lo contrario va a ser una expectativa que tal vez  no va a parar de explicativa para las personas que lo están esperando”.

Además, señaló que “la gente no puede creer que la vacuna nos va a salvar” porque será aplicada con restricciones y se van a priorizar a las personas que las reciban como el personal de salud de primera línea, personas con enfermedades de base y adultos mayores.

Recomendamos: Gobierno de Estados Unidos recomienda a extranjeros no viajar a El Salvador por “nivel muy alto de COVID-19”

“Es cierto que se han pedido un par de millones, pero no va a ser para todo el mundo. Se debe de recordar que son dos dosis las que se deben administrar, si se han pedido dos millones, sólo se vacunarían un millón de personas porque es doble dosis y El Salvador tiene cinco o seis millones de personas”, expresó.

Respecto a este tema, comentó que en El Salvador una ventaja sería que el sector privada pueda distribuir la vacuna para que la población tenga acceso a una vacuna eficiente y a precio bajo, pero este también dependería de la logística que conlleve conservar la vacuna.

Para el infectólogo también debe de tenerse en cuenta que son millones de vacunas las que se tienen que producir para los países y que son varias vacunas las que están en la etapa de la preaprobación. Otro factor que debe de tenerse en cuenta es que no se pueden administrar dos vacunas diferentes en las personas y que hasta el momento no se sabe cuánto dura la inmunidad ante el virus: “No hay que fiarse ni confiarse de que porque recibí la vacuna ya estoy exento, científicamente se ha demostrado que en todo el mundo hay 27 personas con reinfección, esto ocurre”, advirtió.

“Hay que recordar que la vacuna no cura, previene y para mientras no tengamos esas vacunas aquí y que no serán para todo el mundo, aquí lo que se impone para los salvadoreños es usar las medidas que hemos aprendido, uso de mascarillas, distanciamiento, cumplir los protocolos que nos imponen, el protocolo propio en la casa”, concluyó.