La maquila Intradesa S.A. de C.V cerró sus operaciones este jueves 14 de mayo por la noche cuando llegó un grupo de policías y militares de forma arbitraria a cerrar la empresa, aseguró Javier Simán, presidente de la Asociación Nacional para la Empresa Privada (ANEP).
“Es una empresa que estaba produciendo máscaras y gabachas médicas, incluso para el mismo gobierno y otras para exportación, pero como ellos dicen que es una decisión ‘de más arriba’; esperaríamos que ese tipo de decisiones arbitrarias no se repitan… El tema es que llegan los policías y llegan los militares a cerrar esa empresa de una manera sin precedentes”, cuestionó Simán.
El abogado y presidente de ANEP dijo que si bien un familiar suyo es el dueño de la maquila, él ya no tiene vínculos desde hace cinco años con la empresa y espera que el Ministerio de Trabajo cumpla su función e investigue sobre este caso.
Simán señaló arbitrariedades en el cierre de la fábrica autorizada para elaboración de mascarillas, ubicada en Soyapango sobre el bulevar del Ejército, con lo cual se deja sin empleo a cientos de trabajadores.
Simán cuestionó la forma arbitraria con la que el gobierno decide, en esta emergencia, quién opera y quién no. “Lo hemos visto en otro tipo de empresas, por eso hacemos un llamado al gobierno; para eso están las instancias adecuadas y pareciera que no fue instrucción del Ministerio de Trabajo”, expresó.
La ANEP emitió un comunicado en el que condena el ataque, acoso y campaña de desprestigio contra la empresa privada con el fin de intimidarla y deslegitimarla.
Señala que está utilizando el aparato coercitivo del Estado para “acallar el derecho a la libertad de expresión” ante las críticas que el sector ha hecho al gobierno por el mal manejo de la crisis durante la pandemia.
Intradesa es parte de la Asociación estadounidense American Apparel & Footwear Association (AAFA), que representa a más de 1,000 marcas de ropa y zapatos a nivel mundial.
Estas empresas habían recibido permisos estatales para producir equipo médico, pero al iniciar la cuarentena especial se les suspendió el trabajo, lo que llevó al CEO de la Asociación a solicitar con urgencia al país que les dejara seguir operando para abastecer de equipos de protección personal en El Salvador y Estados Unidos, donde se estaba enviando las prendas.
Al respecto, un vocero de la embajada de EE.UU. en el país, externó:“La empresa en cuestión tiene vínculos con Estados Unidos y estamos dialogando con todos los involucrados para buscar posibles soluciones a la situación”.
En El Salvador tiene siete plantas de producción: dos en San Ana, dos más en Zona Franca San Bartolo, dos en Soyapango y una en Apopa en la que trabajan aproximadamente 7,000 personas.
Desde que inició la emergencia nacional la empresa adecuó todas sus instalaciones y creó zonas de desinfección para garantizar la salud de sus empleados.
Tiene más de 25 años de confeccionar sobre todo prendas deportivas. Su producción total va a exportación.