Tres hombres que trabajan en una funeraria tocaron la puerta de la casa de José, un anciano de 79 años. “Te buscan”, gritó su esposa. Él, se levantó de su cama y abrió. “Vengase, es importante”, dijeron. Eran las seis de la mañana del sábado 08 de mayo.
José acompañó a aquellos hombres en un vehículo sin saber hacia dónde se dirigían. “Ay Dios mío, ayúdame”, fueron las palabras de dolor que exclamaba en todo el recorrido. Una “corazonada” de padre le decía que algo malo estaba pasando.
José Cruz de 79 años llora la muerte de su hija y nietos. Los cuerpos fueron encontrados en una vivienda ubicada en Chalchuapa, Santa Ana. Alexis, una de las víctimas de la masacre, estudiaba el cuarto grado de medicina en la universidad. Video EDH / Jonathan Tobías
Luego de 20 minutos de camino, en aquel vehículo, llegaron frente a una vivienda en la colonia Las Flores, del municipio de Chalchuapa, en Santa Ana. José relata que la zona estaba acordonada de policías y militares, por lo que en ese momento no tuvo acceso a ninguna información. “Aquí espérese”, le indicó uno de los hombres con quien venía a bordo.
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José estaba confundido y atemorizado. Luego de un par de minutos de espera, uno de los policías lo acercó a la puerta de la vivienda. A lo lejos, en el piso de la sala, reconoció los cuerpos de Mirna Cruz, de 57 años, y Jacqueline Lima, de 26. Eran su hija y nieta.
También le informaron del hallazgo de otro cadáver en una fosa clandestina. Se trataba del cuerpo de Alexis Lima, de 20 años, el segundo nieto de José. “Desde ese día no puedo dormir. Sólo cierro mis ojos y me acuerdo de ellos”, dice con una profunda tristeza.
José lamenta que en un “abrir y cerrar de ojos” sus tres familiares hayan sido víctimas y ahora estén muertos. Hugo Ernesto Osorio Chávez, un ex agente policial, es acusado del múltiple asesinato y en su hogar, en Chalchuapa, la fiscalía investiga fosas clandestinas en donde habría otros cuerpos, también víctimas de Osorio.
La Fiscalía General de la República detalló que, hasta el viernes 14 de mayo, diez cadáveres han sido desenterrados de la casa del Hugo Osorio. Siete de las victimas eran mujeres, entre ellas una menor de siete años y otros dos menores de nueve y dos años.
“En coordinación con la policía, se trabaja para esclarecer este caso y que los culpables paguen por sus crímenes”, publicó la Fiscalía a través de su cuenta de Twitter. Además, se giró la captura contra nueve imputados que estuvieron involucrados presuntamente en los asesinatos de Hugo Osorio.
Alexis y su sueño de ser médico y construir su casa
Alexis, de 20 años, el nieto menor de José, estaba estudiando el cuarto año de medicina en la universidad. Debido a la falta de empleo, consideró que emigrar a los Estados Unidos sería una opción viable para comprar una casa y ayudar económicamente a su familia.
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“Papá, pronto me voy a ir. Primero Dios voy a pasar”, eran las palabras que Alexis le dijo a su abuelo unos días antes de ser asesinado. Su familia lo recuerda como un joven ambicioso por salir adelante y cumplir sus sueños.
De acuerdo con la versión de José, su hija Mirna, le había pagado siete mil dólares a Hugo para que su hermano fuera el “coyote” de Alexis y lo guiara en su viaje al extranjero.
“Por amor al dinero, ahí dependió la muerte de mi hija y mis nietos”, lamenta José y asegura que, en muchas ocasiones, le advirtió a su hija de no hacer ningún tipo de negocios con Hugo. “Yo sabía que ese varón no era buena persona. Por interés, hasta a su propio hermano mató”, comenta.
Mirna trabajaba desde su casa en una tienda mientras que su hija, Jacqueline, lo hacía en una gasolinera. Vecinos y lugareños relatan que Hugo llegaba de forma constante a comprar. José afirma, sin tener pruebas, que todo fue premeditado. “Poco a poco” se fue ganando la confianza de su hija hasta asesinarlas, asegura.
“Mi nieta, como que ya presentía lo que iba a ocurrir. Papá, cuídese y cuide a mi abuelita”, recuerda José que fueron las últimas palabras que le dijo Jacqueline una noche antes de la masacre.
José pide justicia
El cuerpo de Mirna y Jaqueline ya han sido sepultados en uno de los cementerios de Santa Ana, mientras que los restos de Alexis serán entregados a los familiares luego de un periodo de ocho días, mientras los médicos forenses terminan de realizar las pruebas de ADN.
“Trabajaban duro para que no nos faltara el pan. Nosotros por nuestra edad ya no podemos salir a trabajar”, expresa José y solicita ayuda a personas altruistas.
Familiares y lugareños esperan que el caso no quede “impune” y que se castigue a todas las personas que estuvieron involucradas en los múltiples asesinatos. Según la Policía y la Fiscalía, el principal sospechoso, Hugo Osorio, ha confesado que hay al menos 47 cadáveres al interior de su vivienda.
Debido a las recientes declaraciones, la población de Chalchuapa se mantiene consternada.
En redes sociales, circulan las fotografías de decenas de personas desaparecidas en ese municipio y sus alrededores, con la esperanza de que sus cuerpos sean localizados en el lugar donde continúan las investigaciones. “El miércoles se discutía darle criterio de oportunidad al expolicía para que siguiera colaborando; se tiene la expectativa de resolver muchos casos de desaparecidos", aseguró la Fiscalía.