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El comercio formal se ha beneficiado con el desalojo en el centro de San Salvador

Para muchos negocios formales cercanos a las tres principales plazas del Centro Histórico, tras el desalojo de ventas informales, sus locales han salido a la luz después de décadas.

Por Francisco Rubio | Dic 23, 2022- 22:50

Los negocios que se encuentran en el inicio de la calle Rubén Darío y la calle Arce, que también ha sido desalojada de las ventas informales, han tenido un cambio positivo en sus ventas. Foto EDH/ Francisco Rubio

En abril del 2022, la alcaldía de San Salvador lanzó su plan de reordenamiento en el centro de la capital, el cual fue dividido por fases. La primera etapa fue retirar las ventas informales de las más de 10 cuadras de la calle Rubén Darío.

Esto causó controversia debido al desalojo de los puesto de las calles y aceras, negocios que por décadas fueron la fuente de ingreso de miles de familias. “No sabemos adónde nos iremos”, “Solo esto teníamos”, son algunas de las frases que más se escuchaba decir a los comerciantes del lugar, pero tuvieron que retirarse, según ellos, bajo la sentencia de no poder protestar, ya que, de hacerlo, serían detenidos bajo el régimen de excepción.

La segunda etapa del “Reordenamiento del Centro Histórico” se trató sobre la reparación, limpieza y restauración de las principales calles y plazas del sitio. Desde entonces se han utilizado para eventos públicos como shows de carros, espectáculos internacionales y más.

Los negocios que se encuentran al inicio de la calle Rubén Darío y la calle Arce, que también ha sido desalojada de las ventas informales, han tenido un cambio positivo en sus ventas.

Según comentan los dueños de estos locales, desde que se realizó el desalojo han logrado más clientes. “No sabía que existía este local” es la frase que más escuchan los propietarios de los negocios a los nuevos clientes, a pesar de tener más de 15 años en el sitio.

Esta frase se escucha hasta la 11a avenida Sur. “Yo no tenía ni idea que estaban estos negocios acá”, comentó una transeúnte que se encontraba afuera de una tienda con productos extranjeros.

Agregó que el conocer estos nuevos lugares le ha traído un beneficio económico, ya que ha encontrado precios más variados a los de otros lugares de mayoreo. Uno de los locales más antiguos en el centro de San Salvador, Molina Civallero, que se dedica a la venta de ropa de distintos diseñadores, se ha visto bastante beneficiada con el reordenamiento.

Según comentó una de las trabajadoras del lugar que tiene más de 30 años laborando ahí, hay un cambio notorio. “Las personas se sienten más seguros. Mientras andan caminando ven el local y entran a curiosear, compran y se hacen clientes”, comentó. Algunos de los clientes comentan que nunca habían visto el local a pesar de tener más de 60 años de existir, al inicio de la calle Rubén Darío.

Un negocio de comida rápida donde se sirven hamburguesas también ha tenido mejoras en sus ventas. Según expuso una empleada del local, muchas personas han llegado diciendo que no habían visto el lugar por todas las ventas que había en sus alrededores.

No a todos los comercios les ha ido mejor, para algunos negocios al mayoreo, los comerciantes informales eran sus mejores clientes. “Ellos nos compraban a nosotros y luego revendían. Así funcionaba el comercio acá. Hoy que ya no están es más complicado llegar al mismo número de ventas” comentó un vendedor al mayoreo de ropa.

En la séptima avenido sur, sobre la Rubén Darío se encuentran aún ventas informales. Los dueños de estos negocios comentan que han visto una variación en su comercio. Según comentaron los comerciantes, muchas personas conocen que en ese espacio aún hay ventas y que posiblemente los artículos que buscan estén más económicos, pero también sienten algo extraviado el lugar. “El negocio ha estado tranquilo a pesar de ser época navideña y de fin de año” comentó un vendedor de la zona.

Otro beneficio que ven los comerciantes es la seguridad para ellos y para los transeúntes, ya que los robos y los extorsionistas han desaparecido por el momento de la zona.

Los perdedores por el desalojo

Las calles sin ventas informales ha traído beneficio a los negocios más cercanos a la plaza Gerardo Barrios, plaza Libertad y la plaza Morazán, porque son los sitios más visitados por los transeúntes, pero esto ha generado molestia en los vendedores desalojados, pues ellos no pueden ingresar a las zonas liberadas, de hacerlo, los agentes del CAM son los encargados de sacarlos.

Hay vendedores informales que tras el desalojo no han logrado recuperarse, alegando que es porque abandonaron el sitio en donde estuvieron por más de 40 años. Además, dijeron que ellos buscaron hablar con la alcaldía para conseguir un puesto en el nuevo mercado Hula-Hula. Al principio de las negociaciones entre comuna y comerciantes, el precio de cada local en el nuevo mercado era de $300, pero tras las pláticas lograron reducirlo a $200 mensuales cada uno de los espacios; sin embargo, ellos alegan que no les trae beneficio, ya que tendrían que alquilar más de uno de los lugares asignados para colocar toda su venta, por lo que han optado por vender a las afueras del mercado.

Los agentes del CAM, al ver a una persona cargando con mercancía, le piden que se retire de la Rubén Darío y busquen las avenidas que aún no han sido liberadas de ventas informales.

“No nos dejan buscar el sustento” comentó uno de los vendedores ambulantes. Algunos andan vendiendo productos, pero solo llevan consigo lo que les cabe en ambas manos para no llamar la atención de los agentes municipales.

Andrés Ruiz, de 58 años, tenía un puesto en la 3a avenida Sur, calle Rubén Darío.

Durante el desalojo se insertó un clavo en su pie izquierdo, lo cual le causo una infección y al ser diabético, tuvieron que amputarle su pierna. “Acá andamos viendo que hacemos para sacar algo, porque no nos dejan” comentó. Según Andrés, la alcaldía les ofreció de opción algunos mercados como el Tinetti, Excuartel y otros, pero esos lugares dicen que no les traen ningún beneficio porque la mayoría de ventas las realizaban “al paso” con las personas que visitaban el centro histórico.

Los comerciantes de las áreas aún no desalojadas se sienten intranquilos y buscan aprovechar el auge de la venta de Navidad y fin de año, ya que les han informado que la primera semana de enero de 2023 la alcaldía continuara con más desalojos de puestos informales, esto incluirá la primera calle oriente, en el Centro Histórico y las ventas a un costado de la iglesia El Calvario hasta el mercado Central.

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