Carta de una ciudadana salvadoreña-americana al embajador de EE. UU., Ronald Johnson

OPINIÓN: En las últimas semanas, su apatía e indiferencia ante las actitudes autoritarias del presidente Bukele, lo han convertido en cómplice de la crisis que El Salvador vivirá los siguientes meses y años.

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El embajador de EE. UU. en El Salvador, Ronald Douglas Johnson. Foto EDH

Por Celina Wright

2020-05-17 8:31:34

Excelentísimo Embajador Ronald Johnson:

Deseo que se encuentre bien. Mi nombre es Celina y tengo el orgullo de ser salvadoreña y americana. En estos momentos me encuentro en Estados Unidos, sin poder regresar a mi país para estar con mis seres queridos, cortesía de las medidas arbitrarias que el Gobierno salvadoreño ha adoptado para combatir esta pandemia, negando de facto la entrada a sus propios nacionales.

A pesar de querer estar con mi familia en El Salvador, me encuentro en una situación privilegiada por ser también americana, y poder estar en Estados Unidos donde se me respetan mis derechos humanos. Un país que entiende que el poder del Gobierno viene dado y, al mismo tiempo limitado, por lo establecido en la Constitución. En democracia, los funcionarios gubernamentales deben respetar la Constitución sin hacer interpretaciones interesadas de esta a su conveniencia. Como Embajador de Estados Unidos en El Salvador, es su deber promover la democracia, con mayor énfasis en tiempos de crisis.

En las últimas semanas, su apatía e indiferencia ante las actitudes autoritarias del presidente Bukele, lo han convertido en cómplice de la crisis que El Salvador vivirá los siguientes meses y años. Según tengo entendido, el presidente Bukele ha permitido a EEUU seguir deportando personas migrantes y gracias a ello, se ganó el beneplácito y el reconocimiento del presidente Trump en redes sociales. Desde su posición privilegiada, le pido que se posicione en contra del abuso de poder del actual Gobierno salvadoreño.

El bienestar de la población salvadoreña no es una prioridad para este Gobierno. La declaratoria de estado de emergencia usurpando funciones de la Asamblea Legislativa no era una necesidad, porque ya existe otra ley que la regula. Por tanto, quedó acreditado que lo único que quiere el presidente Bukele es decidir sin transparencia ni ser cuestionado a dónde va el dinero y quien ejecuta las obras públicas. Eso le permite otorgar contratos a familiares y amigos sin tener que rendir cuentas. Bajo el pretexto de la pandemia, ha criminalizado a la oposición y ha violado derechos humanos.

Sr. Embajador, ¿ha podido ver las imágenes de las cárceles?, ¿ha leído los informes médicos de la muerte del Ing. Henríquez y las condiciones de insalubridad en que el Gobierno le obligó a vivir en los centros de contención? ¿Considera usted que esta es la forma correcta de liderar esta pandemia? Su silencio al respecto dice mucho. Por el bien de El Salvador, espero que se pronuncie en contra de las violaciones a los derechos humanos y en favor de la democracia.

Atentamente, Celina Wright

Ciudadana salvadoreña-americana