Pese a que el plan de gobierno de la Alianza por un Nuevo País no ha sido oficialmente lanzado, sus líneas principales han sido dadas a conocer a la población por la fórmula de Carlos Calleja y Carmen Aída Lazo (en adelante, CC y CAL respectivamente).
Para ahondar en algunos de sus puntos principales, El Diario de Hoy conversó con ambos y dio la oportunidad de aclarar algunas dudas y explicar el alcance de un programa de gobierno que destaca, a criterio de este medio, una ambiciosa promesa de generación de empleos y el posible final de la “guerra contra las pandillas”.
Además, hablamos de diálogo con pandillas, del uso que debe darse a la inteligencia del Estado y de sus apuestas para con el Legislativo. Esto es lo que contestaron:
Hablan de generar 300 mil empleos. ¿Cómo llegaron a esta cifra y es esto factible, considerando el historial de El Salvador?
CC: La generación de empleos no es tan complicada de entender. Se tiene que generar inversión, y esto a tasas altas genera crecimiento económico que desencadena en la generación de buenos trabajos. El país viene creciendo cerca del 2%, no es suficiente para construir una clase media pujante como las que buscamos y esto nace del problema de inversión porque no hay confianza. Tenemos que construir un clima de inversión que genera este clima, bajar las barreras de entrada para nuevos inversionistas y para hacer negocios. Tenemos que bajar los trámites y las trabas para formar negocios, los problemas de aduanas, permisos, redundancias y falta de coherencias entre ministerios que muchas veces se contradicen. Tenemos que modernizar el gobierno, incorporar un componente digital, reducir la tramitología e inyectar dinamismo. Apostamos a una economía audaz, diferenciada. Mano de obra barata no es competitivo ni sostenible. He estado 20 años en el sector privado, soy el candidato más capaz para dinamizar la economía y generar trabajo.
¿Cómo llegaron a 300 mil empleos?
CAL: La metodología que empleamos para llegar a esa cifra fue sentarnos sector por sector y preguntar qué obstáculos enfrentan y cuántos empleos se pueden generar si se detona ese potencial. Por ejemplo, hub financiero. Nos comentaban que en Panamá es una industria de salarios altos y más de 120,000 empleados. Quienes saben del rubro nos dicen que El Salvador tiene capital humano calificado y de hecho envía gente a Panamá a este sector, tenemos posición conveniente, dolarización que reduce costos. Entonces necesitamos equiparar cierta normativa y podríamos traer 20,000 empleos. Hay una agenda transversal que pide reducir tramitología excesiva y luego nos vamos con medidas sectoriales.
CC: Hay ejes transversales como la formalización del sector informal, que ha sido tema tabú y no se ha visto como oportunidad, sino como un riesgo. Nosotros celebramos el trabajo de este sector, ahí se ve el espíritu emprendedor. Veo en ellos la voluntad de formalizarse mientras se les ofrezca incentivos y una carga tributaria que no los viene a impactar en su negocio.
Ustedes mencionan un ciclo simple de inversión, crecimiento y empleos. ¿Dónde dejan el componente social que genere capital humano?
CC: La mejor política económica es una política social. En educación estamos estudiando modelos que buscan fortalecer el mejor recurso que tenemos y desencadenar el recurso humano. Se puede hacer. Es el mayor talento y recurso que tenemos. El futuro lleva a una economía del conocimiento y ES tiene la mejor gente. Eso va desde ya. Tenemos que fortalecer el tejido social, tenemos que trabajar en seguridad ciudadana, prevención…
Disculpa, antes que salgas del tema, tengo una pregunta más sobre economía. Vienes del sector…
CC: ¿Pero te quedó claro que no suscribimos modelos tradicionales? Es un modelo pragmático, va a aprovechar la capacidad instalada de nuestro país en su talento humano y desencadenar ese potencial. No podés poner una fórmula rígida o finita en este tema. Mi visión es más profunda de la economía que queremos construir.
Como alguien que viene del sector privado, puedes ser un instrumento de este sector para cooptar lo privado o un puente de entendimientos transparentes. ¿Cómo pasar de lo primero a lo segundo?
CC: El marco legal va cambiando y permite estructuras diferentes y más innovadoras. Los asocios público privados nos abren la puerta a proyectos interesantes y a dinamizar la economía y estamos analizando proyectos bajo ese marco. Parte del trabajo de un gobierno es buscar facilitar la inversión exigiendo un comportamiento responsable y sano de parte de la empresa privada que cumple con sus responsabilidades y seremos exigentes en este sentido en cuanto a la evasión y elusión, no habrá tolerancia. Pero al final del día la empresa privada es el generador de trabajo. No proponemos 300 mil empleos para el Estado, sería un grave error, es la empresa privada con un gobierno que está trabajando para generar un clima de inversión apropiado, justo, esa relación de confianza que va a poder permitir desencadenar esto.
Hablemos de seguridad. ¿Es “el fin de la guerra contra las pandillas” políticamente viable en un país que en ocasiones favorece la represión y el combate frontal?
CC: La lectura que hay de la población puede ser equivocada, yo he hecho el estudio “a pata” municipio por municipio y los salvadoreños piden esta estrategia enfocada en la prevención y desarrollo comunitario, proyección social y oportunidades para jóvenes, educación. Nos hemos tragado el mito de que aquí todos quieren mano dura pero yo no lo veo así. Plomo contra plomo trae más muertes y eso no funciona. La gente quiere una solución pragmática al problema y si seguimos haciendo lo mismo sufriremos el mismo problema. No estamos inventando, es más, los programas locales que han funcionado en el mundo han aplicado esos modelos.
Carlos Calleja: “El territorio nos dice que ganaremos en primera vuelta”
Carlos Calleja considera que caminar las calles del país y dar la cara es indispensable para ganar, por lo que se muestra optimista. Por su parte, Carmen Aída Lazo afirma que es la candidatura más capacitada para generar empleos y dice estar dispuesta a dar la cara y defender sus propuestas.
¿Cuál es el alcance de esta visión?
CC: Integral. Como gobierno central asumimos responsabilidad total. Tenemos que trabajar para fortalecer las instituciones que persiguen el delito como la PNC, la FGR, el Órgano Judicial. Ellos piden recursos, equipo, asistencia técnica, capacitación, uniformes. Además hay que invertir en inteligencia, tecnología, invertir en programas comunitarios que cuajan con programas policiales para recuperar el territorio y trabajar de forma sostenible. Y trabajar con otros líderes comunitarios como iglesias evangélicas y católicas que han hecho un trabajo que inspira y no han tenido miedo a ensuciarse las manos. No vamos a lavarnos las manos de la responsabilidad, al final la responsabilidad caerá sobre el gobierno y mi persona y lo asumo.
¿Este nuevo enfoque incluye diálogo con las pandillas?
CC: El plan no incluye nada que la ley no permita. Nos tenemos que regir bajo el marco legal, pero por eso existen programas exitosos de prevención que pueden trabajar con jóvenes en riesgo. La misma pandilla ofrece salida a esas personas que deciden seguir su fe e integrarse a una iglesia. Lo que no podemos hacer es negociar de forma clandestina en pacto oscuro como se ha hecho en el pasado a espaldas de la población porque ya vimos cómo eso terminó.
Si hubiera una forma legal, ¿entablarían un diálogo transparente?
Hay formas de lograr construir una ruta hacia la paz bajo un marco legal, pero no puedo sentarme como presidente a negociar con las pandillas. Hay otras formas de encontrar lo que legalmente se puede hacer.