La cifra indigna a quien la escucha: 19,190 niñas y adolescentes de 10 a 19 años de edad resultaron embarazadas en 2017. Entre ellas podrían haber estado las más de 2,000 niñas y adolescentes víctimas de violación que tiene en sus registros la Fiscalía General de la República con expedientes abiertos el mismo año.
Al tanto de estos hechos, el Gobierno de Canadá aportará 4 millones de dólares canadienses ($3.04 millones de dólares estadounidenses) para implementar el proyecto “Protección de niñas y adolescentes ante la violencia sexual, el embarazo adolescente y uniones tempranas”.
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Michael Grant, viceministro adjunto para las Américas de Canadá, explicó el contexto del donativo y del apoyo al proyecto: “Hace poco más de un año, Canadá adoptó una política feminista con el objetivo de hacer una diferencia en el mundo con respecto a objetivo número cinco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas”. Este se refiere a lograr la equidad de género antes del 2030. Por ello, Canadá dirige su cooperación hacia las niñas, a quienes considera “el grupo más vulnerable a la violencia y a las crisis en el mundo”.
El Gobierno de Canadá, en palabras de Grant, considera que las uniones tempranas forzadas y los embarazos adolescentes “afectan de forma adversa la vida y el futuro de las niñas en todo el mundo”.
El 75 %de los fondos han sido destinados a nuestro país y el resto a Honduras y Nicaragua. En El Salvador, el dinero servirá para implementar la Estrategia Nacional Intersectorial de Prevención del Embarazo en Niñas y en Adolescentes en los municipios de: San Miguel, Jiquilisco, Usulután, Izalco, Acajutla, Ahuachapán, Santa Ana, Colón, Soyapango y San Martín.
En estos municipios, como en otros 15, ya se llevan a cabo acciones coordinadas entre le Ministerio de Salud, el CONNA y las escuelas públicas para identificar posibles casos de abuso sexual contra niñas y adolescentes y para atender los embarazos en estas edades.
Trabajo con familias y escuelas
El apoyo financiero de Canadá en coordinación con el UNFPA, es de suma importancia para quienes atienden a las niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual y embarazadas. Aidé Gómez, enfermera responsable de esa atención en la unidad de salud de San Antonio Abad, en San Salvador, explica: “A veces se ha visto que los maestros identifican cuáles son las niñas que han sido abusadas y ellos no saben cuáles son los protocolos a seguir. A través de capacitaciones de salud sexual a los maestros y a los padres de familias, estamos empoderando a las familia para que puedan transmitir esos mensajes a sus hijos”.
En la unidad de salud donde labora Aidé fueron atendidas 46 niñas embarazadas de entre 14 y 19 años, durante 2017. En ese mismo lapso, Aidé vio llegar adolescentes en busca de un método anticonceptivo:“Significa que ya habían tenido varias parejas sexuales”. Esto, explica Aidé puede tener como consecuencia una enfermedad de transmisión sexual y un embarazo a una edad en que las adolescentes tendrían que estar dedicadas a estudiar.
Entre enero de 2016 y mayo de 2018, el Ministerio de Salud brindó 4,554 atenciones relacionadas a abuso sexual. En este lapso, hubo 4,210 atenciones relacionadas a abuso sexual a pacientes mujeres y 344 a pacientes hombres. De esos casos, 3,523 correspondían a pacientes de entre 0 y 17 años, según un reportaje publicado por la Unidad de Datos, Focus Data, el 1 de noviembre.