El especialista en derecho público y políticas públicas, José Marinero, define el bukelismo como una forma autoritaria de ejercer el poder.
“Cuando uno lo examina, el bukelismo es una forma de autoritarismo basado en la polarización, en el odio, en la separación, en la exclusión, en la homogeneidad del discurso, en el uso de los recursos públicos sin ningún control, en la eliminación de la rendición de cuentas y participación ciudadana”, dijo Marinero a El Diario de Hoy.
Además, señaló que el presidente salvadoreño hace esfuerzos por deslegitimar la democracia para remplazarla con un régimen centrado en él.
“Quiere remplazar a la democracia con el bukelismo, una forma de ejercicio autoritario del poder, muy propenso a una cultura de polarización, de persecución política e incluso religiosa”, indicó.
En ese sentido, expuso que el oficialismo ve una amenaza en los líderes religiosos que se pronuncian sobre “el otro país que es posible”, donde hay espacio para el diálogo, para la reconciliación, donde no se persiga a la gente por pensar diferente.
“Yo me imagino que si uno está del lado del autoritarismo le ha de molestar que le digan esto porque eso pone en evidencia las graves fallas del modelo que propone Bukele”, opinó.
¿Existe una forma de deshacer el autoritarismo?
El presidente de Fundación DTJ explicó que la única manera de desmontar el autoritarismo es con democracia. Destacó la importancia de que la ciudadanía ejerza sus derechos, reclamando, señalando, participando y siendo demócratas.
“Las formas democráticas de oponerse al autoritarismo son las protestas, la denuncia, la participación política, la participación cívica, salir a la calle, no callarse, no dejarse amedrentar por el régimen de miedo y de división que nos intentan imponer”, apuntó.
“Creo que eso es bien importante porque si no, lo que va a pasar es que este régimen ni siquiera va a necesitar hacer mucho para terminar de imponerse, y permanecer en el poder hasta que le dé la gana o hasta que las circunstancias lo obliguen a salir”, concluyó.