Los pobladores del cantón Barra de Santiago, en Jujutla, Ahuachapán, están preocupados por la posible contaminación que pudieran generar diez contenedores de los cuales no se sabe de su paradero, por lo menos públicamente, que cayeron de una embarcación que se dirigía hacia el puerto de Acajutla.
La Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) informó hace dos semanas, el 14 de septiembre, que probablemente debido a las mareas altas, la embarcación perdió 21 contenedores, de los cuales únicamente fueron localizados once.
Del resto no se conoce el paradero ni el tipo de objetos o materiales que iban en sus interiores, lo que preocupa a los lugareños que señalan que pudieron haberse hundido.
“Es difícil opinar sobre el contenido porque no se sabe exactamente qué llevaban los contenedores que no aparecieron. Casi con seguridad se hundieron. Habría que indagar con la compañía naviera exactamente qué llevaban esos contenedores. La población tiene razón de estar temerosa ante esa incertidumbre”, expresó, por su parte, el especialista en medioambiente Juan Marco Álvarez.
Sigue leyendo: Más de diez contenedores son encontrados en playa de Sonsonate
Álvarez realizó, el fin de semana del 24 y 25 de septiembre, un recorrido por la playa de Barra de Santiago donde aún se evidencia resto de los contenedores.
Estos contenían tablaroca y refrigeradoras que están siendo retirados por una empresa que está pagando mano de obra local para realizar los trabajos.
El especialista señaló que dichos restos no podrían ocasionar un impacto ambiental ya que el yeso con el que está hecho la tablaroca, se va a deshacer con el contacto del agua.
“La tablaroca al final es yeso; el impacto ambiental de algo así es simplemente los desechos que quedan, los pedazos de tablaroca que quedan en la playa y que los arroja las olas del mar. El punto acá es que la responsabilidad está siendo aceptada por la parte que le corresponde al retirar… En este caso, el impacto de la fauna es mínimo porque tampoco la tablaroca va a matar peces de inmediato, puede ser a largo plazo. Pero al final la tablaroca se va deshaciendo porque es yeso”, dijo Álvarez.
El técnico de la Asociación de Desarrollo Comunal de Mujeres de la Barra de Santiago (AMBAS), Eder Caseros, coincidió con el especialista; pero también mostró su preocupación principalmente por los contenedores de los cuales no se sabe su paradero y tampoco el contenido.
Te puede interesar: Dos lesionados al caer camioneta en barranco en carretera al Puerto de La Libertad
“Hoy en la mañana (martes) me estaban diciendo, que según se rumora, algunos de los contenedores traía algún material químico que pudo haber afectado al océano; pero CEPA no se pronuncia y tendría que pronunciarse pues es la autoridad a nivel nacional. No hacen mención de lo que traían los contenedores o qué se han hecho, no hay mayor información”, lamentó Caseros.
AMBAS trabaja desde hace más de una década en el cuidado del medio ambiente en el lugar.
Uno de sus proyectos es la conservación de la tortuga marina, que podrían resultar afectadas con la maquinaria pesada que la empresa encargada de los trabajos de limpieza y retiro de los contenedores, ha llevado a la zona.
Caseros señaló que el jueves 23 de septiembre, una de las máquinas estaba pasando a siete metros del vivero, generando vibración en la arena, lo que afecta al huevo de tortuga al ser batido.
Preocupación
Los lugareños, y administradores del proyecto, esperan que dicha vibración no haya afectado los huevos de tortuga ya que sólo en ese vivero hay 76,629 a la espera de ser eclosión.
Mientras que AMBAS ha invertido cerca de $9,000 en concepto de pago de personas que recorren la playa durante las noches y madrugadas, para recolectar los huevos y llevarlos al vivero.
“El hecho que se dio el jueves no significa que vaya a arruinar todo el huevo; pero existen indicios. Ahora bien, el tiempo nos lo dirá porque el huevo tiene un tiempo de 45 días en gestar. Si en ese periodo empezamos a ver que hay pérdidas de las nidadas, lo más seguro que va a hacer por la afectación de la vibración del jueves”, indicó el técnico de AMBAS.
La maquinaria estuvo pasando, posteriormente al jueves, por el mismo trayecto; pero más cerca de la marea para evitar la vibración de la arena.
CEPA no se ha pronunciado públicamente por el resto de contenedores que no fueron arrastrados a la playa de Barra de Santiago.
Justo una semana después, a las 10:32 de la noche, publicó en su cuenta de Twitter que “el pasado 14 de septiembre, 21 contenedores del Buque Caribbean Express cayeron en alta mar. Esta noche, la embarcación atracó de manera segura en nuestro Puerto de Acajutla”.
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) ha informado que están monitoreando los seis kilómetros de playa que fueron afectados a causa de los contenedores que cayeron al mar, el 13 de septiembre.
Entre las tareas que están haciendo es el análisis de agua y asegurando la limpieza de la zona. El monitoreo lo realizan a diario para determinar si el incidente deja “algún impacto en nuestro ecosistema”.