El pasado jueves, el capitán piloto aviador, Carlos Rodrigo Escobar Grimaldi, y los tenientes de fragata, Santos Elías Serrano Minero y Gerardo Antonio Merino Marroquín murieron en un accidente aéreo, luego de que la aeronave en que viajaban se precipitó al mar, a unas 30 millas del sector de la playa Costa del Sol. Más de 24 horas después de la tragedia, la institución castrense no ha dado una versión detallada sobre el accidente.
Pero todo apunta a que el accidente se produjo cuando los tres militares buscaban una embarcación cuya tripulación había reportado que estaban perdidos, según fuentes de la Fuerza Aérea.
A las 5:14 del jueves, Harold Botto escribió en su cuenta de Twitter: “Antes que nada quiero darle mi mayor pésame al Ministro @merino_monroy por la pérdida de su hijo en nuestra búsqueda”.
Horas antes, la Fuerza Armada de El Salvador, en la misma red social escribió: “... una aeronave de nuestra Fuerza Aérea sufrió un accidente, mientras cumplía una misión en la zona costera”.
Ambos tuits refuerzan los testimonios de pobladores de la zona de la playa La Puntilla y el sector de La Concordia, quienes afirman que la víspera, se supo que personas a bordo de un yate estaban perdidas.
“Ese avión no es para ese tipo de misiones, sino para misiones contra narcotráfico”, afirmó un piloto de la Fuerza Aérea que conoce bien la aeronave accidentada.
De acuerdo con fuentes militares, el teniente Merino Marroquín y Harold Botto eran amigos. Este último también tiene un vínculo familiar con un mayor, también piloto aviador, dijeron las fuentes.
El Diario de Hoy gestionó la versión de la Fuerza Armada, ante la Dirección de Comunicaciones y Protocolo, pero el coronel encargado de tal oficina no respondió.
Para tareas antinarcotráfico
Diversas fuentes militares aseguran que el avión siniestrado, un Beechcraft Baron G58, no era para tareas de búsqueda de personas, sino para actividades contra el narcotráfico. Para eso estaba equipado.
De hecho, aseguran, con esa finalidad fue donado y equipado por Estados Unidos. “Ese Beechcraft Baron G58 el mejor avión con que contaba la Fuerza de Tarea Tridente”, añadió otro militar.
Las fuentes no consideran que el accidente haya sido por fallas mecánicas de la nave, porque se le da un riguroso mantenimiento en la Fuerza Aérea pero cuando se necesitaba hacerle chequeos mayores, se llevaba a una empresa en Guatemala, certificada por el fabricante.
“Ese mantenimiento lo llevan de acuerdo a las horas de vuelo. Cuando son chequeos mayores lo llevaban a una empresa en Guatemala certificada, apuntó un oficial.
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Además, las fuentes aseguran que el avión era nuevo, unos cuatro o cinco años de haber sido fabricado y con el mantenimiento que se le daba era bien difícil que tuviera desperfectos mecánicos.
De acuerdo con documentos oficiales, a principios de mayo de 2017, la Fuerza Armada envió a dos capitanes, pilotos de ala fija, a Guatemala a capacitarse en el mantenimiento del Beechcraft Baron G58.
Navales entrenaban para pilotos
¿Qué hacían dos oficiales de la Fuerza Naval en el Beechcraft Baron G58? Es una pregunta que se han hecho muchos en redes sociales.
De acuerdo con fuentes de la Segunda Brigada Aérea, desde el 2020, Merino Marroquín y Serrano Minero fueron trasladados a esa unidad militar para que se les instruyera como pilotos de naves de ala fija. Y en esa misma condición están los otros dos hijos del ministro, afirman las fuentes, quienes aseguraron que no recuerdan otro u otros casos en los que se haya ordenado que oficiales de la Naval reciban entrenamiento para pilotos.