Uno de los principales atractivos del río es sus aguas con azufre, a las cuales los lugareños les atribuyen propiedades sanadoras. Durante está temporada, el lugar es muy visitado por turistas locales y extranjeros.
El río Toro es un paraíso con aguas frescas y cristalinas, pero además el paisaje se complementa con el vapor que sale de los hervideros o ausoles ubicados a ambos costados de una franja de afluente, en la zona del caserío Agua Caliente, del municipio de Carolina, en San Miguel.
El caserío está ubicado a unos 20 minutos de Carolina, la calle es de balastre, hay que conducir con cuidado, pero la travesía vale la pena.
En esa zona la temperatura del agua ronda los 70 grados y los minerales del agua pintan hermosos colores en las piedras.
“Acá las personas pueden hervir huevos, incluso elotes en los hervideros, la temperatura es extremadamente alta, y los géiseres alcanzan hasta los cinco metros de altura”, comentó Kevin Franco, colaborador de la alcaldía de Carolina.