Residentes de 60 viviendas de la comunidad El Triunfo, en Concepción de Ataco, Ahuachapán, temen que la lluvia que azota el país haga que sus casas de láminas y madera terminen en el fondo de la barranca cercana.
El riesgo de la caída al vacío es tal que la Comisión municipal de Protección Civil decidió trasladar anoche a 111 personas de 42 familias hacia el albergue instalado en el Complejo educativo Antonio J. Alfaro.
Carlos Alfredo Gómez Pérez, 24 años, junto a su hija de cinco años y su compañera de vida, es uno de los grupos familiares albergados.
El jueves cerca del mediodía, Carlos Alfredo regresó a su casa para darle comida a los animales de crianza.
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Su preocupación era evidente. Sabe que reside en una zona de alto riesgo, donde, incluso, para las lluvias de a principio de junio, se formó una grieta y en otra zona de la barranca se registraron derrumbes.
“Estamos en una zona de alto riesgo; estamos aproximadamente a diez metros del colapso del barranco. Necesitamos que algunas autoridades nos puedan ayudar porque necesitamos un lugar seguro donde estar porque aquí prácticamente nadie viene a darnos alguna solución. Lamentablemente no tenemos los recursos para (decir) que por nuestra voluntad vamos a comprar un terreno y hacer una casa; no tenemos las posibilidades”, lamentó el joven, quien es jornalero en fincas.
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En la comunidad se ubican 150 viviendas; de las cuales 60 son las que están a la orilla de la barranca. Las familias solicitan a las autoridades competentes que les ayuden a ubicarse en un lugar seguro. El resto de las viviendas están en la zona alta de la comunidad.
Rosa Amalia González Chinchilla no quiso trasladarse al albergue para no dejar a sus animales y porque señaló que se congrega en una iglesia, a la que no podría asistir al estar en el centro escolar.
Sin embargo, reconoció el peligro que existe en la comunidad debido a la barranca que cada año está cediendo por la cantidad de agua que baja desde la parte alta del lugar.
Algunas personas señalan que el terreno donde se ubican las sesenta casas es una parte que fue rellenada con tierra. Ahí era parte de la zona verde.
“Esto es tremendo; nosotros lo que necesitamos es una ayuda porque la verdad de las cosas la situación cómo está de tremendo. Somos pobres y necesitamos de una pequeña ayuda. Uno pide ayuda porque estamos en riesgo aquí; si nosotros tuviéramos donde irnos a vivir, ya nos hubiéramos ido pero somos pobres y no tenemos recursos para salirnos de estas viviendas”, expresó la fémina, de 57 años.
El drama de las madres en el albergue del Bajo Lempa: “No quería venir porque acá no hay alimentación, no nos han traído nada”El coordinador del Sistema Básico de Salud Integral, Sibasi, de Ahuachapán, doctor Manuel Chinchilla, expresó que el albergue en el complejo educativo fue instalado la noche del miércoles como medida preventiva al riego que existe en la comunidad.
“En todo lo que es el albergue hay distribuidos bidones con puriagua para que las personas se puedan lavar las manos las veces que quieran. Como Ministerio de Salud se entregamos unos kits a todas las personas que ingresaban al centro. Estos kits contaban con mascarillas, acetaminofén, loratadina, sales de rehidratación oral; es un kits bien básico. Estuvimos brindando atención médica al 100% de todas las personas albergadas”, explicó el galeno.
Cuatro personas del Ministerio de Salud estarán atendiendo el albergue en turnos de 24 horas. Mientras que la seguridad está a cargo de soldados y policías.
El Triunfo, la comunidad formada a partir de los terremotos de 2001
La comunidad El Triunfo fue formada en el 2001 con familias cuyas viviendas resultaron afectadas por los terremotos de ese año. Ellas vivían en diferentes sitios del municipio.
Durante la tormenta tropical Stan, en el 2005, se formó una cárcava que en cada invierno amenazaba a varias viviendas que se ubicaban a escasos diez metros.
En cada lluvia fuerte tenían que ser evacuados por el peligro que enfrentaban.
El Ministerio de Obras Públicas (MOP) reparó la cárcava en el 2012 con fondos de la cooperación internacional.
Entre los trabajos que realizaron en ese entonces estuvo la construcción de un muro de 40 metros de largo por 12 de altura, para evitar los deslizamientos.
Actualmente otra zona de la barranca es la que representa peligro para las personas.