El Salvador inicia la semana del 20 al 24 de septiembre con una creciente tensión.
Al régimen de Nayib Bukele se le reclama el fallido inicio de su política de Bitcoin, abusos significativos de poder, falta absoluta de transparencia y la consolidación de un régimen autoritario. Por su parte, el oficialismo responde con amenazas, matonería e intentos de criminalizar la crítica y el ejercicio periodístico.
Estos temas marcarán la agenda de la semana que recién empieza:
Intentos por desacreditar la marcha del 15 de septiembre:
Por sexto día consecutivo, el oficialismo está intentando encontrar formas de desacreditar y condenar la masiva marcha en su contra del pasado miércoles 15 de septiembre.
El descontento ciudadano y la paz con la que miles de personas de pensamientos muy diversos protestaron ayudó a exhibir crecientes grietas en el discurso de la popularidad y la invencibilidad de la gestión Bukele. Por ello, la narrativa del oficialismo pasó de decir que eran un puñado de personas a decir que eran acarreadas, y luego a acusarlas de la violencia que causaron personajes infiltrados que fueron auxiliados por al menos un vehículo propiedad del Estado.
APES condena difamación del presidente Bukele contra uno de sus directivos
La tarde del domingo, Nayib Bukele intentó posicionar una nueva mentira: que un directivo de APES instigó la quema del cajero Chivo, y en la noche algunos diputados oficialistas anunciaron que irían a interponer un aviso a la Fiscalía para investigar quién "instigó y financió" una marcha que fue espontánea y autoconvocada.
Más golpes a la prensa
Además de acusar sin fundamento a un directivo de APES e intentar dañar aún más la credibilidad del ejercicio periodístico, el sábado el asesor jurídico del presidente, Javier Argueta, amenazó con represalias a un medio si este no revelaba sus fuentes, algo que contradice las leyes locales y tratados internacionales.
APES condena amenaza de asesor de Bukele a revista Gato Encerrado para que revele fuentes
Esto, tras una publicación que sostenía que Argueta se reunió con magistrados del Tribunal Supremo Electoral antes que saliera a la luz la resolución de los abogados que usurpan la Sala de lo Constitucional y que avala la reelección presidencial consecutiva, algo que contradice al menos tres disposiciones claras y taxativas de la Constitución.
Golpe a los jueces
El presidente Bukele ya sancionó y mandó a publicar en el Diario Oficial la reforma a la Ley de la Carrera Judicial y la reforma a la Ley Orgánica de la Fiscalía que mandan al retiro a cientos de jueces mayores de 60 años. El oficialismo sigue afirmando que es un intento de limpiar la corrupción del judicial, pero no explican por qué el parámetro es la edad de los jueces.
Instituciones locales e internacionales señalan esta purga de jueces como un intento más por apoderarse de este órgano de Estado que les falta por controlar por completo y que les abriría la vía para perseguir aún más a los contrarios y proteger a sus propios elementos.
Signos de corrupción
Una publicación de El Faro mostró cómo el director de Centros Penales y viceministro de Seguridad, Osiris Luna, hizo negocio vendiendo paquetes alimenticios pagados con fondos públicos y destinados a las familias más vulnerables del país después del impacto económico de la pandemia y las medidas para contenerla.
Ante estas revelaciones, el oficialismo reaccionó con distractores, como la "broma" de Nayib Bukele de colocarse como "dictador" en su cuenta de Twitter.
Sigue la implementación atropellada de Bitcoin
Por tercera semana consecutiva, la implementación de Bitcoin como moneda de curso legal en el país ha mostrado profundas debilidades. Por un lado, la aplicación Chivo sigue sin funcionar del todo. En muchos comercios del país la han dejado de aceptar y los usuarios han notado grandes problemas al querer hacer las transacciones más sencillas que en otras aplicaciones toman pocos segundos.
Gobierno compró otros 150 bitcoins con fondos públicos y ya perdió más de $300,000
Asimismo, el presidente mismo se ha dedicado a decir que todo funciona de maravilla, cuando en las calles el experimento de Chivo está resultando fallido. Y, por si fuera poco, el criptoactivo ha perdido significativamente su valor desde que el gobierno compró por primera vez Bitcoin, el 6 de septiembre.
Para un especulador o inversionista grande, estas caídas significan muy poco, solo dan incentivo para comprar más o esperar que vuelva a subir el volátil activo. Pero para el salvadoreño común y corriente, esto implica ver su poder adquisitivo esfumarse apresuradamente.