Madre de soldado: “Me lo amenazaron por un problema de aguas”

Con Díaz Amaya suman tres los soldados que pandilleros han asesinado en el mismo sector entre Guatajiagua y Yamabal, en Morazán.

El soldado Elías Santos Díaz Amaya, asesinado por pandilleros el 29 de febrero, habría sido atacado por un conflicto por el uso del agua que proviene de un nacimiento natural del que, supuestamente, los criminales que operan donde él vivía tienen el control.

Por Jorge Beltrán Luna

2020-03-02 6:58:10

Al soldado Elías Santos Díaz Amaya si bien fueron pandilleros quienes lo mataron, la razón del crimen podría ser uno distinto al que hasta ahora se ha manejado en el discurso oficial: que lo mataron los pandilleros por ser soldado. Lo dice Emiliana Díaz, la madre.

Hace varias semanas se originó un problema por el reparto de agua a varias familias del caserío Isletas del cantón Joya del Matazano, municipio de Yamabal, departamento de Morazán.

Hace unos 20 días, el soldado Díaz Amaya recibió amenazas de muerte de parte de dos mujeres residentes en el mismo caserío. Si no lo mataban a él, le matarían a la mamá o a cualquiera de sus hermanas. El joven militar les respondió que a su familia no le fueran a hacer daño, que si algún resentimiento tenían, que se desquitaran con él, menos con sus parientes.

El soldado Elías Santos Díaz Amaya, asesinado por pandilleros el 29 de febrero, habría sido atacado por un conflicto por el uso del agua que proviene de un nacimiento natural del que, supuestamente, los criminales que operan donde él vivía tienen el control.

Aunque las dos familias a las que pertenecen las mujeres que supuestamente amenazaron al soldado no son dueñas del agua.

Según vecinos del lugar y las indagaciones preliminares que han hecho las autoridades, hace dos semanas el soldado recibió una amenaza directa de un tal Jaime, quien tiene una relación sentimental con una de las dos mujeres que no querían compartir con Emiliana Díaz, el agua de un nacimiento del que se sirve gratuitamente toda la comunidad a través de cañerías y por gravedad.

Según fuentes policiales, Jaime es un reconocido pandillero de la zona de Guatajiagua y Yamabal. Y hay vecinos de esos municipios que aseguran que quienes mataron al soldado Díaz Amaya son los mismos que mataron a otros dos soldados a finales de septiembre de 2019 en un caserío vecino a donde vivía la víctima enterrada ayer.

En el 26 de septiembre de 2019 fueron asesinados con disparos de fusiles AK-47, a los hermanos Celio Tadeo, de 20 años, y José Aníbal Delgado Gómez, de 24, en el caserío Los Guevara, cantón El Volcán, de Guatajiagua. José Aníbal era comando de montaña, como Díaz Amaya.

Por su parte, Emiliana cree más probable que a su hijo lo mataron no por ser soldado sino por ese problema de agua. Recuerda que le habían advertido que no importaba que fuera comando, que siempre lo iban a matar.

“A él lo habían amenazado por asuntos de agua; del agua que nos echan aquí. Le mandaron a decir que no se metiera en cosas del agua porque ellos mandaban en eso”, expresó la madre del soldado horas antes de sepultarlo.

Junto a Díaz Amaya fue asesinado otro lugareño identificado como Juan Francisco Romero, de 54 años, quien regresaba de vender una yunta de bueyes y, aparentemente por coincidencia, hacían juntos el regreso a casa.

“Tu hijo ya esta muerto”
Elías Santos era el hijo mayor de Emiliana; el único que le ayuda en la economía de la familia con su sueldo de soldado.

La mujer recuerda que su hijo llegó el viernes con licencia. Regresaría hasta ayer al cuartel. Aquella tarde del viernes no quiso salir de casa. Se la pasó viendo una película junto a sus hermanas menores.

El sábado decidió ir a San Francisco Gotera a ver una arma de fuego que le iban a vender en 450 dólares. A raíz de las amenazas, el soldado había optado por portar una pistola para defenderse.

Cuando pasó el mediodía y al ver que su hijo no llegaba, decidió llamarle para ver si estaba bien. Pero lo que escuchó fue espeluznante y hasta le pareció increíble.

Cuando entró la llamada, Emilia reconoció que no era la voz de su hijo. “Tú hijo ya murió. Tu papito ya está muerto”, le dijo un hombre.

Emiliana llamó entonces al cuartel, donde le dijeron que no estaba allí. Minutos después decidió salir a buscarlo pero lo encontró muerto. Su hijo había intentado refugiarse en una casa que está inmediata a donde lo atacaron.

Quería seguir estudiando
El día antes de que Elías Santos fuera acribillado a balazos por pandilleros, le había dicho a su madre que quería terminar el bachillerato porque en el cuartel les habían dicho que solo a los bachilleres les darían oportunidad de continuar en la Fuerza Armada.

Como hacen todos los habitantes del caserío donde vivía el soldado asesinado, este caminaba unos 15 kilómetros por calles de tierra y veredas para llegar a su casa o salir hasta Yamabal, pues no hay transporte público debido al mal estado de la calle.

Casi una tercera parte de esa distancia fue recorrida ayer por el cortejo fúnebre al que se le fueron sumando personas que conocían a Elías Santos por su humildad y como joven trabajador.

El ministro de Defensa, René Merino Monroy, y la ministra de Vivienda, Michelle Sol, llegaron al cementerio de La Isleta. El contraalmirante dijo que el soldado había muerto por defender a la patria, por darle seguridad a todos los salvadoreños. Pero eso no es cierto. El joven fue asesinado fuera del servicio, mientras estaba de licencia y, según su madre, por un pleito por el uso de agua.

La ministra Sol, prometió que ayudaría a Emiliana y a sus hijas, es decir, las hermanas del soldado asesinado, además de ofrecerle una vivienda pues donde viven es una casa construida de madera rústica, láminas viejas y plástico, con piso de tierra, en un terreno que alquilan.