En una experiencia sin igual, muchos capitalinos tuvieron este sábado la oportunidad de ver la forma en que decenas de artesanos, procedentes de distintos puntos del país, elaboran sus vistosos y originales productos en pleno Centro Histórico.
Esta vivencia, que continúa este domingo, se da en el corazón de la ciudad, bajo la coordinación del Ministerio de Turismo (Mitur) y la alcaldía de San Salvador, como parte de la celebración del décimo aniversario de Pueblos Vivos, un programa que impulsa esa cartera de Estado.
En la plaza Libertad se pueden encontrar artistas y emprendedores procedentes de la zona central y paracentral del país, desde los que trabajan los tejidos hechos en telares hasta los que esculpen en madera, así como los que dan forma al barro.
Los Pueblos Vivos inundan las plazas del Centro Histórico
Este año, el MITUR celebra 10 años de la estrategia de Pueblos Vivos, por lo que innovó realizando Festivales Regionales en las 3 zonas del país (occidente, central- paracentral y oriente). El centro capitalino se vistió de color para la conmemoración.
Quienes lleguen a esa plaza se sorprenderán al ver, entre otras cosas, la hamaca más grande del país y del mundo que cuelga del portal La Dalia, una réplica de la torre de San Vicente, y el trabajo de José Sabas Gómez, un residente de Apastepeque que elabora figuras de madera.
Gómez tiene 27 años de trabajar la escultura en madera. Usualmente su trabajo está enfocado en las imágenes religiosas, pero puede tallar distintas figuras, y en ese contexto desde hace dos años y medio esculpe con motosierra.
Ahí no pueden faltar los emprendedores que preparan y venden comidas y bebidas típicas, como la tradicional chicha.
En la plaza Morazán y en ruta hacia la plaza Gerardo Barrios hay alfareros y artesanos procedentes de la zona occidental que hacen creaciones empleando distintos tipos de fibras, incluso de palma.
Ahí se puede encontrar a Marlen Pimentel, una joven artesana procedente de El Refugio, Ahuachapán, quien crea coloridas artesanías en madera, bambú, lienzos, y en morros largos que se cultivan en ese lugar.
“Yo trabajé bastante tiempo en San Salvador, con una señora que tenía un taller de pintura, pero desde pequeña dibujo. Un día ella me dijo sin miedo, dale al dibujo, y así me desarrollé”, comentó Pimentel, mientras aplicaba pintura a uno de sus morros.
A unos pasos de Pimentel, los visitantes encuentran a una anciana con refajo, y aunque no es amiga de que le tomen fotografías y videos, da gusto observar cómo a su edad teje petates con mucha agilidad y rapidez.
Los artistas del estatuismo también han dicho presente en este evento de Pueblos Vivos, que inició ayer por la mañana y culmina hoy. Varios de ellos se colocan frene a la fachada del Teatro Nacional y las personas, a cambio de unas monedas, aprovechan para tomarse una fotografía con el personaje que más les gusta.
La plaza Gerardo Barrios, frente a la Catedral Metropolitana, es el sitio en donde los turistas pueden encontrar mesas en las que diferentes empresas del rubro turístico exponen las ofertas de servicios que tienen disponibles.
Los adultos que gustan de las emociones fuertes tienen la oportunidad de hacer canopy, puesto que se han instalado varias torres con ese propósito.
Ayer, a primeras horas de la mañana, siempre como parte de la celebración del aniversario de Pueblos Vivos, se llevó a cabo un desfile que partió del parque Cuscatlán y al ritmo de una batucada se dirigió hacia la plaza Gerardo Barrios, en donde a eso de las 10:30 a.m. se llevó a cabo una ceremonia presidida por el ministro de Turismo, José Napoleón Duarte, y el alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt. En el desfile participaron artistas vestidos como personajes de fantasía y de la mitología salvadoreña.
Duarte afirmó que este año Pueblos Vivos generó $275 millones, por lo que se hace necesario seguir promoviendo este rubro. Mientras, Muyshondt adelantó que dentro de los proyectos turísticos que vienen en 2019 está la construcción de un hotel boutique en el Centro Histórico.
