APES prevé que Bukele arreciará el ataque a medios en 2021

La presidenta de la gremial de periodistas señaló que las restricciones a la libertad de prensa, según registros de la APES, se han elevado un 281 % solo en el primer año de Bukele.

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A finales de 2020, la presidenta de la Asociación de Periodistas señaló que las restricciones a la libertad de prensa, según sus registros, se elevaron un 281 % solo en el primer año de Bukele. Foto EDH / Archivo

Por EFE

2020-12-22 9:15:57

El Salvador experimentó en 2020 “retrocesos significativos” en la libertad de expresión y no se espera que para 2021 el presidente Nayib Bukele dé una tregua a la prensa, sino que “el panorama es que se agrave”, dijo en una entrevista con Efe la presidenta de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), Angélica Cárcamo.

Diversos sectores de la sociedad salvadoreña, congresistas estadounidenses y organismos como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han expresado su preocupación por la relación que el mandatario mantiene con la prensa, principalmente con los medios que realizan investigaciones.

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En este marco, Cárcamo señaló que las restricciones a la libertad de prensa, según registros de la APES, se han elevado un 281 % solo en el primer año de la Administración de Bukele.

Indicó que en el primer año de Gobierno del expresidente de izquierda Salvador Sánchez Cerén (2014-2019) se registraron 16 vulneraciones a la prensa, mientras que con el actual mandatario pasaron a 61.

“RETROCESOS SIGNIFICATIVOS”

“Hay retrocesos significativos en materia de libertad de expresión, de acceso a la información pública y en la libertad de prensa en El Salvador, comparado con años anteriores”, así resumió la presidenta de la APES el año 2020.

Precisó que estos “retrocesos” se enmarcan principalmente en la confrontación del presidente Bukele con periodistas de medios de investigación y los periódicos más tradicionales, además de la restricción al acceso de datos gubernamentales y cambios en el Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP).

“El presidente Bukele, en lugar de promover un discurso de paz, promueve un discurso de odio en contra de los medios de comunicación, clasificando qué prensa es buena, qué prensa es mala”, lo que “no es propio de Gobierno democráticos”, apuntó la comunicadora.

Subrayó que “lo más grave” es “el abuso del poder estatal para atacar a aquellos medios que están haciendo periodismo de investigación”.

Recordó el caso del medio local El Faro, cuyo director, José Luis Sanz, dijo en una entrevista con Efe en octubre que temía que el Gobierno de Bukele buscará la detención de los directivos de este periódico en represalia por sus investigaciones.

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En una cadena nacional de medios de comunicación en septiembre pasado, el mandatario aseguró que este medio era investigado por supuesto “lavado de dinero”.

“No le corresponde al presidente de la República decir si hay o no un delito. Hay otras instancias para eso, como la Fiscalía General de la República”, sostuvo Cárcamo.

Para la presidenta de la APES, la relación de Bukele con los medios se tensó más a raíz de publicaciones sobre “posibles actos de corrupción por parte del actual Gobierno”, lo que “derivó en que el presidente Nayib Bukele comenzara a arremeter con deslegitimación hacía estos medios”.

Aseguró que se dieron inspecciones del Ministerio de Hacienda y Ministerio de Trabajo “excesivas y selectivas” y que estas acciones “nos pusieron en punto de alerta”.

Cárcamo no cree que en el 2021 el gremio periodístico tenga un tregua, principalmente por la realización de elecciones legislativas y municipales en febrero.

“Es muy poco probable. Mas bien, el panorama es que se agrave”, subrayó.

PREOCUPACIÓN DE CIDH Y “MATICES AUTÓCRATAS”

Los “retrocesos” señalados por Cárcamo llevaron a la APES y medios como El Faro, Factum y Focostv a solicitar una audiencia a la CIDH, en la que sus miembros manifestaron algún grado de preocupación ante la intervención de los representantes del Gobierno.

“No hay interés del Estado salvadoreño en reconocer que hay vulneración a la libertad de expresión en El Salvador, podría decir que hay hasta ignorancia”, explicó Cárcamo.

Añadió que “esto también es una situación preocupante para la misma CIDH”, por lo que el relator de Libertad de Expresión, Pedro Vaca, “se mostró sorprendido”.

“Ante las denuncias de la sociedad civil, la respuesta del Estado fue hacer referencia a la situación de la prensa en 1978. Tal pareciera que debemos agradecer a los periodistas de hoy en día que el Estado no nos mate”, añadió.

Vaca señaló en la referida audiencia del 3 de diciembre que los señalamientos de los periodistas al Gobierno son “delicados y graves” y advirtió que “esto puede empeorarse y que hay suficientes países en la región que nos muestran hacia donde se podría llegar”.

Cárcamo señaló que en la participación estatal se dieron muestras de “matices de formas de Gobierno que no responden a Estados democráticos, sino autócratas o con fines autoritarios”.

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