El 2021 dio al traste con el sistema de partidos políticos tradicionales luego que en las elecciones de febrero Nuevas Ideas, el partido del presidente de la República, Nayib Bukele, quien participaba por primera vez, se hizo con la mayoría absoluta de los diputados a la Asamblea.
Desde el 1 de mayo que tomó posesión esa mayoría, las leyes y elecciones de funcionarios de segundo grado no han sido prácticamente consultados con otros sectores que no sean el oficialismo, por lo que para el analista Ramón Villalta ese panorama debe cambiar el 2022, cuando falten dos años para las próximas elecciones de 2024.
“El 2021 cerró con el sistema de partidos políticos tradicionales, que han quedado totalmente diezmados. No hay oposición política prácticamente. Ha desaparecido esa oposición política y los partidos, en lugar de verse fortalecidos se ven divididos. Vemos un FMLN que cada vez más se va dividiendo, ARENA va en el mismo camino y eso en realidad para el desarrollo democrático de un país no es bueno, no es positivo”, consideró Villalta, director de Iniciativa Social Ciudadana (ISD) en la entrevista matutina de Diálogo 21.
El analista se refiere al hecho que los otrora partidos mayoritarios, ARENA y FMLN, se han reducido a la mínima expresión en la Asamblea Legislativa por su poca cantidad de diputados y además porque en el partido de izquierda hay dos corrientes que se disputan el control del partido y en ARENA se han anunciado deserciones de miembros en las últimas semanas.
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Para Villalta, este 2022 será clave para que los partidos políticos se levanten del golpe y se reconstruyan para que las elecciones generales de 2024 sean competidas.
“Es un tema importante porque nos avecinamos a las elecciones del 2024. Unas elecciones en donde no tengamos un sistema de partidos competitivo, una elección donde los partidos políticos llegan muy diezmados y cada vez más se van desgranando, no contribuye”, enfatizó el director de ISD.
Eso sí, para el analista es crucial que los liderazgos al interior de los partidos tomen el relevo para poder llegar a buen puerto.
“Aquí hay una alta responsabilidad de las dirigencias por buscar alternativas que garanticen la recuperación del sistema de partidos para poder tener una elecciones más competitivas, si no lo que vamos a tener son elecciones donde hay un actor que va prevalecer siempre por sobre los demás”, razonó Villalta en torno a la popularidad del presidente Bukele.
Mientras tanto, Nayda Medrano, consultora en políticas públicas, no concordó en el razonamiento de Villalta en torno a que “no se puede” vivir sin una oposición fuerte, en el sentido de que sí es posible que un partido político domine la vida social de un país, pero no en términos democráticos, por el poco espacio para el disenso.
“De poder se puede (no tener oposición). Ahora, si lo que queremos es tomar una fotografía de un país que va funcionar bajo las reglas de la democracia es otro tema, pero de poder se puede”, contrargumentó Medrano.
A su juicio, en 2022 los actores políticos deben hacer más por la transformación y el desarrollo del país.
“En 2022 espero una transformación estructural de país que no ha sucedido. Mientras eso no suceda, hay que ir al problema de las causas estructurales, mientras eso no cambie…”, concluyó la consultora en Diálogo 21.
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