Al desacierto de la alcaldía de Santa Tecla, que tomó la decisión de pintar la Academia de Bellas Artes Toño Salazar con colores similares a los del oficialismo, y que llevó al Ministerio de Cultura a iniciar un proceso sancionatorio contra el alcalde Henry Flores, se suma otra polémica relacionada al tema cultural, ya que doce instructores de la misma se encuentran en un limbo jurídico, luego que la municipalidad no les ha comunicado si serán nuevamente contratados o si ya están despedidos.
Tampoco les ha pagado indemnizaciones a pesar de que los instructores tenían entre tres y ocho años dando clases en el lugar.
La nueva administración municipal les anunció en una reunión, el 30 de mayo, que los docentes iban a estar suspendidos durante un mes “porque la visión de la alcaldía con el tema del arte era que ellos iban a fusionar la Academia con el Ballet de Coros y Orquestas del Ministerio de Cultura”, explicó uno de los docentes afectados y que pidió reserva en su nombre, por temor a represalias.
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El 30 de junio, al no tener ninguna comunicación, comenzaron a preguntar sobre qué iba a suceder con los instructores; pero no obtuvieron ninguna respuesta. La sorpresa para ellos fue que el 5 de julio la Academia ya había comenzado clases con otros docentes contratados.
“A los demás compañeros no les han dicho si van a seguir o no van a seguir. Los compañeros todavía tienen la fe que van a seguir e inclusive mandaron a una delegación de alumnos a platicar con la concejal Sharon Salazar y con (David) Pimentel (director de la Academia). Los atendieron; pero les dijeron que prácticamente esperaran, cuando ya están dando clases con otros maestros”, explicó el instructor, bajo anonimato.
Él se acercó al Ministerio de Trabajo para gestionar el cálculo de lo que le corresponde por indemnización; pero en el área de Talento Humano de la alcaldía le comunicaron que iban a “estudiar si tenía derecho o no”.“A los compañeros no se les ha dado un trato digno de decir ‘mire hasta aquí van a llegar, ya no van a seguir con nosotros’; sino que los tienen con mentiras y engaños”, lamentó.
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Además agregó que en mayo ya les habían comunicado que la Academia iba a ser remodelada, algo que rechazaron y advirtieron que no se podía por ser un patrimonio cultural.
Los instructores afectados con la situación son de las áreas de violín, guitarra, batería, piano, el director de la Academia, banda de paz, solfeo y ballet folclórico.
El instructor de esta última área, Roberto Navarrete, lamentó que la situación, incluso, provocó que dicha área no participara en una invitación que les hicieron de Rusia sobre un mundial de folclor. La misma se realizó del 1 al 11 de julio.
“Lamentablemente no recibimos ningún apoyo (para la actividad de Rusia). Realmente nos han hecho ignorados; nosotros esperábamos que por lo menos nos dijeran ‘pues ni modo hasta aquí llegan y están despedidos’; pero nada de eso… Hay malestar en todo por la forma realmente de cómo la cuestión se ha hecho”, lamentó el instructor, quien tenía cinco años de experiencia en la Academia y sesenta años de experiencia en dicha área.
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