Las sospechas de Ana Adilia Ávalos Zepeda de que los intensos dolores de cabeza, la reducción de la visión en el ojo derecho y la pérdida del equilibrio eran porque tenía coágulos de sangre en su cabeza, resultaron ser ciertas tras obtener los resultados de una Tomografía Computarizada (TAC) que le realizaron en el Hospital Jorge Mazzini, de Sonsonate.
El 26 de agosto, en Soyapango, Ávalos Zepeda cayó de una altura de cuatro metros mientras se encontraba preparando una pared para colocar un techo, como parte de su faena como albañil.
Tras no presentar mejoría en su salud luego que con esfuerzos y ayuda económica había consultado con un médico particular, Ávalos Zepeda fue a inicio de noviembre al hospital sonsonateco.
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Lejos de recibir noticias esperanzadoras, ella salió del hospital con más angustias porque ahí le programaron el examen especializado y de urgencia hasta el 30 de mayo del próximo año.
Someterse al mismo en una clínica particular fue una opción que miraba lejos por los más de $300 que le comentaron que costaba.
El Diario de Hoy publicó su caso el 19 de noviembre, lo que generó cientos de comentarios de parte de usuarios de las redes sociales donde criticaban la situación.
El mismo día de la publicación, una trabajadora del centro asistencial, a quien Ávalos solo identificó como “la licenciada”, llegó a su casa para realizar un análisis de la situación.
Tres días después fue ingresada al nosocomio donde le practicaron el examen.
“Salí con coágulos de sangre en la cabeza (y) con golpe interno en el oído”, expresó Ávalos Zepeda .
Durante tres días estuvo ingresada en el Mazzini; en ese tiempo le aplicaron dos inyecciones que, aparentemente, le servirán para que los coágulos de sangre vayan desapareciendo.
Siete días después le volvieron a aplicar dos inyecciones similares y le dejaron cita para el 8 de enero para que los médicos vean su evolución.
Preliminarmente le comunicaron en el hospital que le harán otro TAC.
Los dolores de cabeza intensos que presentaba hace un mes han disminuido; sin embargo, Ávalos espera que desaparezcan por completo en los próximos días.
Ahora la agobia dos situaciones. Una de ellas es que desde hace unas semanas ha comenzado a experimentar inflamación en los pies, brazos y cara.
“Yo me asusto, quizás por eso me dan dolores de cabeza de estar pensando tanto. Una señora me dijo ‘tenga cuidado, no le vaya a dar insuficiencia (renal)’. ¡Ay no!, primeramente Dios que no; le digo porque voy saliendo de una y entrar a otra, está fregado. Voy a consultar el día que vaya (a la cita)”, dijo la sonsonateca.
La otra situación que la agobia es que desde el día de la caída no ha trabajado por lo que subsiste de pequeñas ayudas que le han otorgado personas altruistas.
Para cualquier información de ella o ayuda que desee entregar, puede comunicarse al número telefónico 7882-9197.
“Tengo más de tres meses de no trabajar, de no tocar un centavo. Esta caída me causó bastantes problemas porque uno no quisiera estar enfermo. Yo estoy acostumbrada a trabajar de 6 a 6. Tengo 20 años de trabajar en construcción y nunca había sufrido una caída, no sé lo que me pasó”, agregó.
Los hechos
El 26 de agosto se cayó de una altura de cuatro metros, mientras se encontraba preparando una pared para colocar un techo.
En su momento, tenía temor de una consecuencia grave en su cabeza ya que no sufrió heridas por lo que desde entonces consideraba que tenía sangre coagulada que le estaban provocando los dolores y la pérdida del equilibrio.
Ávalos Zepeda es originaria de Nahulingo, en Sonsonate, y desde hace 20 años trabaja en la albañilería.
Nunca había tenido un accidente laboral y el de ese día, sigue sin lograr explicárselo cómo ocurrió.
Lo único que recuerda es que se encontraba con un clavo para pegar unas tablas y veinte minutos después despertó en el Hospital Psiquiátrico donde, según relató, la llevó una entidad de socorro ante la emergencia. Cuando reaccionó, tras perder el conocimiento, regresó a su casa. El accidente ocurrió en Soyapango, donde trabajaba con una persona particular.
Los $100 que recibió a manera de indemnización fueron insuficientes para costear su recuperación.
Inicialmente recurrió a una clínica particular en Sonsonate, donde le recomendaron realizar exámenes especializados para descartar algún daño mayor en su cabeza.
A inicio de noviembre fue a una jornada médica que hubo en el departamento; ahí le recomendaron que asistiera a la unidad de Salud de Nahulingo para recibir una referencia para el Hospital Jorge Mazzini.
Al primer establecimiento fue el 9 de noviembre y un día después, al centro asistencial de la cabecera departamental donde le programaron, inicialmente, el examen especializado hasta el 30 de noviembre próximo.