“Esta enfermedad está acabando con todas las personas”, lamentó Trinidad Díaz Calderón mientras esperaba afuera del cementerio de Ahuachapán el féretro donde iban los restos mortales de su prima-hermana, Josefina Armida Herrera Calderón, quien falleció el martes en San Salvador, debido a covid-19.
Muchos ahuachapanecos, sobre todo los más adultos, lamentaron el deceso de Herrera Calderón, de 75 años, ya que durante su juventud fue docente de varias instituciones educativas de la ciudad.
Entre ellas, el desaparecido colegio La Providencia y los centros escolares Los Ausoles, Primero de Julio de 1823 e Isidro Menéndez.
“Es duro para mí, era como una hermana. La voy a recordar como alguien muy especial. Es duro no poder enterrar a los seres queridos como ellos quisieran. Esta enfermedad está acabando con todas las personas. Esta prueba es la más dura”, expresó Trinidad Díaz, con lágrimas en sus ojos.
La docente era conocida como Seño Mina o Minita, y siempre fue entregada a ayudar a las demás personas.
Se había jubilado hace dos décadas, aproximadamente, y tras retirarse de su vida laboral, tomó una nuevo apostolado al que se dedicó mientras tuvo salud: fue evangelizadora, lo que le permitió conocer a más personas que también lamentaron su deceso.
“El Señor la reciba en su Santo Seno”, escribió Mauricio Lagos al mismo tiempo que compartió una fotografía de la profesora jubilada, cuando se encontraba joven y le impartió a él, primer grado.
Uno de los hijos de la educadora, César García, expresó que hace aproximadamente doce días la septuagenaria comenzó a presentar síntomas relacionados a la enfermedad, por lo que fue ingresada en un hospital privado.
Debido a la gravedad de su salud fue transferida al Hospital El Salvador (HES) donde falleció tras cuatro días de haber sido trasladada.
Dos de cada 10 personas no se han vacunado contra covid-19 en El Salvador
“Desafortunadamente perdió la batalla. Es un orgullo para la familia que haya sembrado en tantas generaciones lo mejor que ella podía dar que era educación, siendo una maestra normalista”, expresó el hijo.
Él hizo el llamado a la población a vacunarse y extremar las medidas de bioseguridad para evitar la propagación de la pandemia.
Con la muerte de Seño Minita suman 306 personas que son sepultadas en el cementerio de la localidad con protocolo covid-19 desde abril del año pasado, es decir un mes después que comenzó la emergencia provocada por la pandemia, hasta este jueves 14 de octubre, de acuerdo a datos de fuentes cercanas a la comuna.
Septiembre ha sido el mes de 2021 que más sepulturas se registraron en el camposanto con 43 personas, lo que representó casi una cuadruplicación de casos respecto a agosto, cuando fueron 11.
Octubre podría igualar la cifra del mes anterior ya que hasta el jueves se contabilizaban 22 entierros.
Sin contabilizar los dos entierros registrados el jueves, desde abril del año pasado hasta el miércoles 13 de octubre fueron 304 personas sepultadas con protocolo covid-19 en el cementerio de Ahuachapán, de los cuales 127 fueron casos confirmados y 177 fueron manejados como sospechosos.
En enero fueron 12; febrero, 3; marzo, abril y mayo, 7, respectivamente; junio, 12; julio, 5; y agosto 11. Mientras que en el 2020 fue julio el que más casos del año registró de enterramientos con protocolo covid-19 con 67 personas; le siguió agosto con 37 y septiembre con 24.