Óscar Segura tiene siete años realizando trabajos de construcción de nichos y obras similares en el cementerio del municipio de Ahuachapán.
El ahuachapaneco señaló que debido a la pandemia ha aumentado “la obra” porque familiares de fallecidos han comenzado a construir estructuras en las tumbas. Aunque también el incremento en los trabajos los atribuye a la cercanía de la celebración del Día de los Difuntos ya que muchas familias aprovechan para realizarles mejoras.
“También se ha hecho bastante trabajo en lo que ha entrado con protocolo (COVID-19), quizás la mayoría de trabajo ha sido ese, en los de protocolo porque como han quedado en sepultura normal, no han quedado en nicho; entonces la gente ha tratado la manera de arreglarlos”, expresó Segura.
Otras fuentes aseguraron que durante la emergencia han sido sepultados en dicho cementerio a un promedio de 160 personas con protocolo de COVID-19.
Son 12 personas las que se dedican durante todo el año a realizar trabajos de infraestructuras en los nichos.
Durante el 1 y 2 de noviembre, ellos descansan y son otras personas las que se dedican a trabajar en la pintura de nichos y cruces.
El alcalde, Abilio Flores, informó, a través de varios tuit, que el domingo y lunes la permanencia de los usuarios en el cementerio se limitará a media hora y que únicamente podrán ingresar dos personas por familia, quienes deberán de cumplir todo el protocolo de bioseguridad.
Habrá un único acceso de entrada y otro de salida para evitar las aglomeraciones. En su interior no permitirán ventas ambulantes ni estacionarias y las que se instalen fuera del cementerio deberán de estar a metro y medio entre sí y no podrán colocar mesas y sillas. La venta de alimentos será solo para llevar.
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