El agente policial Ronald Aníbal Avilés Sandoval, de 34 años fue detenido el martes por la tarde en el kilómetro 88 de la carretera que de Santa Ana comunica con Ahuachapán por conducción peligrosa, así como por tenencia, portación y conducción ilegal o irresponsable de arma de fuego.
El imputado, quien portaba el arma de equipo con un cargador y 14 cartuchos, manejaba el vehículo placas P-200049. Avilés resultó con 160 grados de alcohol tras ser sometido al alcotest.
En el procedimiento también fueron detenidos los agentes Melvin Mauricio Martínez Rodríguez, de 27 años y Luis Arnoldo Rivas Esteban, de 32, ambos estaban destacados en la Sección Táctico Operativo (STO) de Ciudad Delgado en San Salvador.
Martínez Rodríguez y Rivas fueron detenidos por portación ilegal de arma de fuego en estado de ebriedad. Ambos fueron sometidos a la prueba de alcotest, el primero tenía 545 grados de alcohol en sangre y el segundo agente 619 grados.
El vehículo en que se conducían fue decomisado al igual que la tarjeta de circulación y las armas con todos sus accesorios, que pertenecen a la Corporación Policial. Los tres policías habían estado bebiendo licor y se movilizaban en el mismo vehículo, dijo la PNC.
Al agente Rivas le encontraron además 50 porciones de marihuana (65.5 gramos) en el interior de su mochila, por lo que también será procesado por el delito de tráfico de drogas.
Sargento y agente detenidos en Tacuba
En otro caso, agentes de la subdelegación de Ahuachapán capturaron por el delito de actos arbitrarios, privación de libertad y lesiones al sargento Henry Edgardo Recinos y al agente Rafael Chinchilla Dávila, ambos destacados en el puesto de Tacuba del mismo departamento.
Los imputados llegaron a un restaurante de Tacuba y aparentemente de mal modo, le ordenaron a la víctima Oswaldo Palacios García, de 46 años, otro agente destacado en la Barra de Santiago en Jujutla, Ahuachapán, que moviera su vehículo del lugar donde lo tenía estacionado a un lado del comedor donde almorzaba.
El policía asegura que les dijo que no movería el vehículo y que si lo estimaban conveniente que le impusieran una esquela o que le quitaran las placas.
Luego de esas palabras, al parecer ocurrió un forcejeo que terminó con la detención del agente Palacios García. Tras resolver la situación el agente fue liberado y fue a la subdelegación de Ahuachapán a denunciar a los captores, lo que hizo que el martes por la noche fueran a detenidos. Ellos serán sometidos a un proceso judicial por los delitos de privación de libertad, actos arbitrarios y lesiones en contra de su compañero.