Los hermanos Nicolás Humberto y Edgar Ovidio González Ostorga enfrentarán en libertad el proceso penal que se les sigue por supuestamente haber matado al agente de la Policía Nacional Civil (PNC), Gabriel Ángel Cortez Martínez, el pasado martes 27 de agosto a la altura del kilómetro 19 de la carretera Troncal del Norte.
Los hermanos fueron acusados el viernes anterior del delito de homicidio agravado y este día enfrentaron la audiencia inicial en el Juzgado de Paz de Guazapa.
La jueza decidió que los acusados no quedaran detenidos porque el peligro de fuga no se configuraba.
Algunas de las medidas otorgadas a los acusados son presentarse al Juzgado cuando se requiera, no cambiar de domicilio y no frecuentar sitios de dudosa reputación.
Según las investigaciones, la víctima viajaba en su motocicleta y fue atacada a disparos por la espalda desde otra en la que se conducían los procesados.
Los dos imputados fueron capturados en el mismo lugar que sucedió el hecho, se les decomisó una pistola y dos matrículas de arma de fuego. Estos documentos fueron extendidos entre junio y diciembre del año pasado.
Los hermanos dijeron a las autoridades que se sintieron amenazados porque el agente Martínez hizo un ademán como que iba a sacar un arma. Ambos aseguraron que le dispararon porque creyeron que se trataba de un pandillero, ya que miembros de esos grupos les han asesinado a varios familiares, los han extorsionado y que andaban armados para su seguridad.
“Fue en legítima defensa. Veníamos de sacar una remesa y por peligros y por amenazas que tenemos de los pandilleros, sin saber que era policía, yo actué contra él porque nos amenazó con su arma”, dijo uno de los acusados.
Sin embargo, ante la decisión del Juzgado, Fiscalía informó que apelará la resolución porque no hay indicios de que hubo legítima defensa.
La defensa pedirá un informe disciplinario a la Policía para demostrar que el agente Cortez no era un “buen policía”.
Día del asesinato
De acuerdo con familiares de los acusados, al momento de los hechos, ambos regresaban a su vivienda, en Guazapa, de retirar una remesa que un familiar les había mandado desde Estados Unidos para ayudar con los gastos de mudanzas de unos familiares residentes en el municipio de Santiago Nonualco, departamento de La Paz tras recibir amenazas de muerte de pandilleros.
Los acusados argumentaron que ellos regresaban de retirar $560 de un banco en Apopa. Sin embargo, Fiscalía informó que la Policía no reportó ningún decomiso de dinero.
Los acusados también aseguraron que los policías les decomisaron el dinero cuando los capturaron.
Además que ellos se quedaron en el sitio del crimen; mientras que la Policía sostiene que ellos siguieron su marcha en moto pero que se regresaron al lugar. No obstante, unos vecinos le dijeron a los policías que ellos le habían disparado a un motociclista que resultó ser el agente Cortez.
El director de la Policía, Mauricio Arriaza Chicas, explicó, al día siguiente de la detención, que investigan si los acusados tienen algún vínculo con las pandillas.
“Ellos alegan que fue legítima defensa, que había una confusión, pero nosotros estamos investigando algunos vínculos que pueda haber relacionados con grupos pandilleriles”, dijo Arriaza.