“Incluso quienes nos gobiernan son producto de los Acuerdos de Paz de 1992”, dicen firmantes

Los diputados reiteraron que el Ejecutivo no puede cambiar el día de los Acuerdos de Paz, si no es por acuerdo de la Asamblea, ante la insistencia de Bukele por desconocer este hecho histórico.

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El ex presidente Alfredo Cristiani con los diputados Yanci Urbina, Mario Ponce y Rodolfo Parker. Foto EDH / Jonatan Funes

Por Eugenia Velásquez

2021-01-18 10:27:58

Óscar Santamaría, uno de los firmantes de los Acuerdos de Paz en 1992, afirmó que las libertades y la democracia que vive El Salvador, incluido el ejercicio del gobierno actual del presidente Nayib Bukele, se lo “permiten los Acuerdos de Paz, no otro, El Salvador es otro, después de la firma de los Acuerdos de Paz”, afirmó.

Santamaría reaccionó así tras las declaraciones del presidente Nayib Bukele, quien señala que la firma de los Acuerdos de Paz en 1992 fueron una “farsa” y un “engaño”.

VER: Bukele no puede desconocer ley del Día de la Paz ni cambiar decreto legislativo

“Todo el escenario en que estamos ahora, inclusive quienes nos gobiernan, es producto de los Acuerdos de Paz”, manifestó Santamaría, pero Bukele le resta importancia, al grado que decidió emitir un decreto ejecutivo para cambiar la celebración de la firma de la paz del 16 de enero, por el “día de las víctimas del conflicto armado”, algo que los diputados le advierten que no puede hacer, solo la Asamblea por decreto legislativo.

Santamaría aseveró que si bien aún quedan deudas por cumplir como lo es la paz social, esta corresponde a “los salvadoreños establecer la base de lo que hemos hecho, convivencia pacífica, armoniosa, pero tiene otros desafíos, el desarrollo” del país, por ejemplo, acotó el firmante de la paz.

El presidente de la Asamblea, Mario Ponce, del PCN, lamentó que se quiera borrar el hecho histórico que marcó a El Salvador y puso fin a 12 años de guerra.

El expresidente Alfredo Cristiani, firmante de la paz, acudió también a la conmemoración de los 29 años de los Acuerdos de Paz. Foto EDH Jonatan Funes

“Los Acuerdos de Paz nadie los puede cambiar”, afirmó Ponce y añadió que el país está en un Estado democrático, sólido, y para eso se abolió la Guardia Nacional y la Policía de Hacienda, y se creó la Policía Nacional, pero no “sometida a una persona, sino a la población civil”, reflexionó.

Ponce dijo ser parte de la sangre que manchó esa etapa de El Salvador con la muerte de varios de sus familiares. “Por mucho que diga que fue una farsa los Acuerdos de Paz, eso no me va a regresar a mis familiares. Mi sangre es parte del conflicto armado”, afirmó Ponce.

Este lunes la Asamblea realizó un acto conmemorativo a la Firma de los Acuerdos de Paz en donde participaron firmantes del mismo y representantes de la Organización de las Naciones Unidas.

El expresidente Alfredo Cristiani, de ARENA, manifestó que los Acuerdos de Paz marcaron un “hito especial en la historia de El Salvador, la Asamblea lo denominó como el día de los Acuerdos de Paz, eso no se puede cambiar legalmente. El 16 de enero de 1992 marcó unos Acuerdos de Paz que le dieron fin a un conflicto armado, eso no lo va a cambiar el nombre que le quiera poner”, valoró.

Para Cristiani la firma de la paz conllevó acuerdos estrictamente políticos para generar espacios de participación que no existían, que no fueron en lo económico y social, por lo que consideró que son áreas pendientes de mejorar en el país.

VER: Un centro de Washington reprocha a Bukele que califique los Acuerdos de Paz como un “negocio”

El diputado de ARENA, René Portillo Cuadra, mencionó que mientras Bukele habla de cambiar nombres de decretos legislativos, “están pasando miles de millones sin declarar, ocultándolos, despilfarrando el dinero, sobre todo haciendo ‘coronobisnes’ de todo esto”.

“Es otra cortina de humo más tratando de irse por la cotangente para obviar los miles de millones de dólares que ha administrado este gobierno de manera irresponsable”, apuntó Portillo Cuadra.

Óscar Santamaría, uno de los firmantes de los Acuerdos de Paz de 1992, conversa con el diputado Rodrigo Ávila. Foto EDH / Jonatan Funes