El viaje programado por Nayib Bukele a Rusia en julio es una de las razones por las que el mandatario ha decidido guardar silencio ante la invasión de Rusia a Ucrania, señalan expertos consultados por este medio, quienes ven en esta posible visita y en el voto de abstención en Naciones Unidas que el presidente ha optado por acercarse a las dictaduras y no a las democracias del mundo.
Para el presidente de Fundación DTJ, José Marinero, la reserva por parte de Bukele “podría ser una manera de congraciarse con un Putin al que esperaba visitar en julio de este año, de quien sin duda esperaba obtener alguna validación o legitimación geopolítica como la que asumo cree que obtuvo al visitar a Erdogan en Turquía”.
A su juicio, “esta explicación tendría sentido en la medida en que Bukele ha logrado convertirse en dos años en un paria de la comunidad democrática internacional y necesita el amparo de una comunidad alternativa en la que nadie cuestione su autoritarismo al momento de, por ejemplo, pedir financiamiento para un gobierno que cada vez tiene menos margen de maniobra fiscal”.
En ese sentido, indicó que pronunciarse contra Putin lo dejaría también fuera de esta comunidad autoritaria internacional, pues no solo perdería la oportunidad de congraciarse con Putin sino también con todos los demás autócratas en la órbita de Moscú.
“La política exterior de Bukele es binaria: es sí o no, no tiene matices y por eso asumo que él pensará que condenar a Rusia es apoyar a Estados Unidos”, opinó.
El presidente de Acción Ciudadana, Humberto Sáenz, también sostuvo que uno de los elementos que motivan el silencio es “este acercamiento que ha trascendido que está existiendo entre El Salvador y algunos países de escasa vocación democrática, incluido Rusia”.
Añadió: “Y este viaje que se va a realizar en los próximos días es donde se supone que el presidente está buscando alternativas de cooperación internacional al hecho que se le han cerrado las condiciones históricas como la que hemos tenido con Estados Unidos”.
No tiene estrategia
Según el exembajador en Washington, Rubén Zamora, el silencio de Bukele se debe a que “no tiene una estrategia de política internacional, sino que va reaccionando conforme van las cosas”. Es decir, no hay brújula que oriente la relación del país con el resto del mundo.
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“Pero eso lo pone en una situación complicada. Él es consciente que está siendo cada vez más aislado a nivel internacional y por eso anda buscando apoyos internacionales y como la mayoría de países democráticos ya no lo aceptan, recurre a países como Turquía, que es dictador, a Putin, que es un dictador también. Entonces se quiere acercar a estos, por eso tiene su viaje en un par de meses”, apuntó.
El exdiplomático considera que el silencio de Bukele después de 8 días de guerra de Putin contra Ucrania es algo “muy grave porque no queda bien con Dios ni con el diablo porque lo que Putin necesita es apoyo”.
Además, indicó que “quedarse callado y no decir nada es grave para el futuro de la diplomacia salvadoreña porque se la van a cobrar tanto el que gane como el que pierda”.
Para Zamora, Bukele está “el peor de los mundos” en el sentido que “si dice ‘yo no voy a ir (a Rusia)’ sería como que está condenando a Putin, pero si dice ‘yo voy a ir’, implica que un líder de un país que se supone democrático se va a meter al país del que acaba de estar violando toda la ley internacional de respeto de soberanía a los países”.