OPINIÓN: Populismo y Fuerza Armada

La subordinación, la obediencia, es a la República. El papel de la Fuerza Armada en la sociedad democrática está clarificado desde el 92, sus alcances, su misión, su participación, están claramente delimitados.

descripción de la imagen
Mauricio Vargas. Foto EDH Rene Quintanilla

Por Mauricio Ernesto Vargas

2020-08-26 6:58:52

El 9F ha sido ampliamente discutido. Reflexionaré sobre experiencias institucionales ante el hecho, la falta de compromiso del presidente y ministro, con el orden democrático, y lo más grave, la garantía de no repetición y que se planteen el grave peligro que esto representa. Encuentro un debilitado Órgano Legislativo donde prevalecen los intereses partidarios, diputados complacientes unos, otros amedrentados y susceptibles a la amenaza a la intimidados, sumisos, de espalda a la ocupación del Salón Azul a punta de armas y la toma del recinto legislativo con violencia e intimidación, una total falta de memoria histórica.

Viendo a la Sociedad Civil y Política, vi sectores engañados, pensando que al darle oxígeno a un gobierno populista éste se quedaría satisfecho en sus delirios autoritarios; los hechos transcurridos demuestran lo equivocado que estaban. Otros que pensaban que sus intereses individuales con su anuencia momentánea, harían desaparecer la amenaza sobre ellos, aceptando cualquier acuerdo, también se equivocaron. Olvidaron que el propósito de los populistas, su naturaleza, es mentir, incumplir. Les vuelvo a advertir. NO LE COMPREN MÁS SOGA AL POPULISMO PORQUE AL FINAL CON ELLA MISMA LOS TERMINARÁ AHORCANDO.

Lo más alarmante que debe llamar nuestra atención es la evidencia clara para todos, que el ministro reiterara de manera incondicional obediencia al superior que lo estuviere mandando, de manera absoluta, porque tiene el voto popular. Alarmante.

No debe confundirse en su juramento el carácter de presidente, el de comandante general o al superior que lo estuviese mandando. Ministro, su Juramento es como el de cualquier ciudadano o un servidor público, un  funcionario (Art.235): Fiel a la República, cumplir y hacer cumplir la Constitución… no se pierda con su absolutismo ni incondicionalidad.

También me sorprendió que se viera la interpelación como un pecado de los diputados, que no se debería hacer, que no era el momento. No solo es normal, es obligación de todo funcionario que informe lo hecho, es un mecanismo constitucional de control político sobre el Ejecutivo. Es un hecho tan grave que puede llevarnos a quedarnos sin república, que puede suprimir la libertad.

Quedó la realidad de una operación sin rostro y sin nombre. Un funcionario que tomó su propia decisión de escoger responder con dignidad y honor o con la vergüenza. Usted decidió.

Quiero enviar un mensaje refrescante a los mandos militares, a los soldados, a los señores comandantes a lo largo y ancho del país: la subordinación, la obediencia, es a la República. El papel de la Fuerza Armada en la sociedad democrática está clarificado desde el 92, sus alcances, su misión, su participación, están claramente delimitados. La Constitución delimita la actuación de los órganos del Estado y la Institución Armada, como parte del Órgano Ejecutivo, está subordinada a las órdenes del comandante general haciendo efectiva la dirección de ésta,  y principalmente el sometimiento al poder civil. Pero sus aspectos básicos se regulan como institución aparte dentro de la Constitución.

Desde el 211 al 218 definen las características básicas de la FAES. El 212 define su carácter instrumental de los órganos del Estado en sus áreas de competencia constitucional; aquí está que es subordinada al Estado, no al Ejecutivo. Lo de obediencia, profesional, apolítica y no deliberante, deja claro que el presidente no puede disponer de ella para asuntos personales o políticos, mucho menos convertirla en guardia pretoriana. Al ordenarles lealtad a su persona, no solo es penoso,  es faltarles el respeto y pisotear la dignidad institucional, de sus hombres de ayer hoy y mañana.

La Institución Armada le debe lealtad a la Constitución y a las leyes, y no al funcionario de turno; está a disposición del Estado, que actúa por medio de sus órganos y no como equivocadamente les han dicho y les quieren hacer creer. Sus características básicas son pilares fundamentales como vía para alcanzar los fines constitucionales; no tienen ningún contenido de discrecionalidad o arbitrariedad que permita cualquier clase de comportamiento.

La obediencia, el profesionalismo, la apoliticidad y la beligerancia son inseparables de valores democráticos e irrestricto apego a la Constitución. Ella legitima las órdenes y las ilegitima. No equivale  a ceguera, tienen  límites y esos los marca   la Constitución.

¡EL EJÉRCITO VIVIRÁ MIENTRAS VIVA LA REPÚBLICA!

 

General retirado y diputado por ARENA a la Asamblea Legislativa