La berenjena, hortaliza que ayudó a los agricultores de Morazán a combatir la pobreza
Rosa eligió berenjena, una hortaliza que ella no conocía pero junto a su esposo, Óscar Argueta, se arriesgaron a sembrarla en su terreno para luego consumirla en su hogar, aprender a prepararla y además venderla.
Rosa Delmi Arévalo y Óscar Argueta son agricultores que residen en el caserío El Chacalín, del cantón El Norte, en San Francisco Gotera, Morazán, quienes desde noviembre del año pasado tienen cultivos de hortalizas en un pequeño espacio de su hogar.
“Primero nos capacitaron para aprender a hacer acequias, barreras vivas (plantas que se colocan entre los cultivos), barreras muertas (cercos de piedra), y ya después nos dijeron que podían hacer el macro túnel en el terreno que tenemos en la casa”, cuenta Rosa.
La agricultora comenta que mientras construían el macro túnel (un invernadero con techo) también estaban preparando las semillas que iban a cultivar, las cuales se colocan en bandejas para que crezcan hasta poder trasplantarlas.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) les da a elegir una paleta de semillas para que decidan qué sería bueno cultivar, tanto para consumo como para vender en las comunidades o mercados locales.
“Primero hicimos el almácigo y a los 25 días lo transplantamos. En ese tiempo estábamos picando la tierra, echándole bokashi (abono orgánico fermentado), y ya cuando la planta estaba en el momento de trasplantarla lo colocamos en el surco y le pusimos abono y el sistema de riego”, dice Rosa.
El proyecto del macro túnel inició en noviembre, y ahora Rosa y Óscar ya están cosechando las berenjenas y los chiles que sembraron en la parcela.
Rafael Guillén, coordinador de proyectos del PMA, explica que en el macro túnel, que tiene una medida de 496 metros cuadrados, sembraron 1,440 plantas, 720 de chile y 720 de berenjena.
La construcción de la estructura tardó 22 días. A inicios de noviembre iniciaron con el proyecto y en enero comenzaron a transplantar las plantas.