Morazán aprende a cultivar, pese a la falta de agua

Antes de la llegada de los proyectos, las familias no tenían forma de poder cosechar hortalizas en sus terrenos debido a la escasez de agua y a la falta de ayuda técnica.

Un grupo de agricultores, en Morazán, consiguieron sacar adelante un proyecto de siembra de hortalizas al aire libre a pesar de hacerlo en un terreno en ladera en el que abundan las rocas sólidas.

Por Violeta Rivas

2019-04-21 9:37:12

Norma Arely González es una agricultora que reside en el cantón El Volcán, de Delicias de Concepción, en Morazán, y que junto a otras nueve personas desarrollan un proyecto de siembra de hortalizas al aire libre en un terreno tipo ladera donde abundan las rocas sólidas.

“Nosotros estamos sacando tomate, pepino, cebolla, estamos cortando ejotes, chile, frijol, cilantro que cortamos los sábados. Todo lo compartimos entre las que trabajamos aquí y otra parte la vendemos a una muchacha que lo compra para venderlo en el mercado de Osicala el domingo”, explica la agricultora.

Norma, junto a sus compañeras de trabajo, cada día se levanta temprano porque a las 7:00 a.m. ya tienen que estar en el terreno limpiando la maleza, revisando los cultivos y cortando las hortalizas que están listas para cosechar.

“Vendemos $10 o $15 dos veces por semana, depende de la cosecha, y ese dinero lo repartimos entre todas. Del mismo pago sacamos para comprar los venenos para las plagas y tenemos un pequeño ahorro para a futuro poder comprar un terreno porque este que estamos ocupando es alquilado”, cuenta Petronila Martínez, otra de las agricultoras.

En marzo del 2018 iniciaron con el proyecto, desde preparar la tierra para hacer los senderos y sembrar para comenzar a cosechar en octubre, una iniciativa que llevó el Programa Mundial de Alimentos (PMA) con el apoyo de Corea y Alemania.

Un problema que encontraron las agricultoras en el terreno fue que estaba lleno de rocas, además de que era una ladera. Para ellas fue como realizar un doble esfuerzo, pero hasta el momento han logrado sembrar diferentes hortalizas y hasta maíz en un espacio que abarca dos tareas (cada tarea mide 500 metros cuadrados).

“Nosotras mientras trabajamos nos relajamos, chisteamos, nos olvidamos de las cosas de la casa. Todas trabajamos juntas”, dice Petronila.

David Villeda, alcalde de Delicias de Concepción, en Morazán, asegura que las mujeres que están desarrollando este tipo de proyectos de cultivo de hortalizas están sintiendo el beneficio que llevan a sus hogares, ya que no solo tienen un sustento con las cosechas, sino que también aportan económicamente.

El beneficio de los cultivos de hortalizas en época seca lo están observando los agricultores en la temporada en la que están cosechando, porque años anteriores en los meses que no llueve, no podían cultivar debido a la escasez de agua y solo sembraban maíz de mayo a septiembre, los meses restantes no tenían trabajo y tampoco ingresos.

Ante esta situación, muchas personas del área rural, para poder llevar comida a casa mientras no podían sembrar maíz, tenían que vender sus herramientas de trabajo como machetes, palas, piochas o cualquier otro artículo de su propiedad para poder tener dinero y comprar sus alimentos.

Ahora, además de aprovechar los terrenos en época seca, también están diversificando los cultivos, ya que no solo siembran maíz y frijol sino otras hortalizas que no conocían, como la berenjena.

“Yo pienso que ellas sienten que tienen más injerencia en el hogar, que pueden apoyar en los gastos de la casa con las ganancias de las ventas que ellas hacen de lo que producen. Ellas se han apropiado del proyecto”, dice el alcalde.

Rafael Guillén, oficial de programas del PMA, explicó que los proyectos desarrollados en el corredor seco de El Salvador, principalmente en Morazán y San Miguel, de adaptación al cambio climático y resiliencia, están cambiando la vida de muchas personas en el área rural.

El PMA, junto con los ministerios de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), Agricultura y Ganadería (MAG) y Gobernación, tienen presencia en Usulután, San Miguel, Morazán y Ahuachapán.

Tiene cobertura en 17 municipios aunque la mayor parte de las intervenciones se encuentran en San Miguel y Morazán.

“Se interviene la zona del corredor seco de El Salvador en donde se está dando asistencia técnica a 1,500 pequeños agricultores y su grupo familiar, que son alrededor de 18,000 personas, para que puedan comenzar a aplicar técnicas que les permitan adaptarse al cambio climático y para eso ellos están produciendo hortalizas en condiciones donde hay un déficit alto de lluvias y en condiciones difíciles”, explica Guillén.

La importancia para los agricultores radica en que están trabajando en sus parcelas, de forma individual, pero están beneficiando a sus comunidades en la conservación de agua, ya que realizan acciones para infiltrar el agua al suelo, lo que nutre los terrenos y también llega agua a los pozos para que haya más humedad en los suelos y se nutran las raíces de los cultivos, además de lograr alimentar los mantos freáticos (cuerpos de agua que se encuentran a poca profundidad).

Estas acciones se están dando cuando los agricultores hacen uso de nacimientos naturales de agua, uso de pozos y aprovechamiento de las aguas lluvias que se almacenan tanto en cisternas como en la acequias de infiltración, que son senderos que se desarrollan en los terrenos para que se infiltren las aguas lluvias y puedan abastecer los pozos o nutrir los terrenos con cultivos.