Militares salvadoreños forman parte de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Malí (MINUSMA), considerada como la misión más peligrosa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
A mediados de mayo de 2018, el Secretario General de la ONU, Antono Guterres, reconoció que Malí era, en ese momento, la misión más peligrosa de ese organismo internacional. En 2017, esa misión tuvo el mayor número de bajas de las 14 que a nivel mundial mantiene la ONU.
Sin embargo, ser enviado a una misión internacional es una buena oportunidad, en términos económicos, para un militar salvadoreño, sea este un oficial de alta graduación o un soldado raso. Implica que tendrá un sueldo tres veces superior al mínimo. A veces mucho mayor del que tiene asignado en la Fuerza Armada.
La acumulación de esos sueldos extra puede significar el pago de una deuda, la construcción de su propia casa, la compra de un vehículo o los gastos de unas soñadas vacaciones.
La ONU paga a los países que empeñan sus tropas y equipos en misiones como la misión en Malí. Paga por cada elemento y por cada equipo que el contingente lleva.
Desde 2015, la Fuerza Armada de El Salvador es parte de la misión de la ONU en Malí. Comenzó con 90 elementos pero ahora la cantidad de tropa ha subido a 208, según datos oficiales, aportados por fuentes del Ministerio de Defensa. Están como Cascos Azules.
También, al principio de la misión envió tres helicópteros de ataque, que fueron asignados a la región de Tumbuktú. Pero en diciembre recién pasado fueron enviados otros tres helicópteros a la región de Gao. Estas aeronaves eran parte de un contingente de ataque de la ONU.
El peligro para los casos azules en Malí es latente. El 20 de enero anterior, 10 soldados de Chad, parte de MINUSMA, murieron durante un ataque a su base militar; y el 25 de ese mismo mes, dos militares de Sri Lanka murieron y seis más resultaron heridos durante una emboscada con explosivos. A la fecha, ningún militar salvadoreño ha muerto ni resultado lesionado en esta misión.
Sin embargo, el riesgo es algo que los militares salvadoreños consultados ven como un peligro calculado y que bien vale la pena correr por los beneficios. Poder ahorrar 20 mil dólares o más en un año es algo que entusiasma a algunos.
Allá no gastan nada porque la ONU les proporciona todo, incluyendo la alimentación. En promedio, reciben unos 40 dólares para este fin. En tanto, el sueldo que la Fuerza Armada les paga en El Salvador se les paga sin el descuento de renta. Eso afirman algunos de los legionarios que aceptaron aportar algunos datos a cambio de mantener su nombre en reserva.
En otras misiones, los militares salvadoreños han estado bajo el mando de contingentes de otros países, como en el caso del Batallón Cuscatlán enviado a Iraq, donde siempre estuvo al mando de militares de España.
Pero con la Misión en Malí es diferente. Hoy están como contingente independiente y la ONU paga directamente a El Salvador.
¡Sin helicópteros para Santa Claus!
La Fuerza Aérea Salvadoreña (FAS) suele alquilar sus helicópteros en diciembre de cada año a empresas que, como una estrategia de mercadeo, hacen que santa Claus llegue en helicóptero a determinados eventos.
En diciembre anterior no fue posible eso, según manifestaron algunas personas que cotizaron el precio de vuelo. Les dijeron que no había aeronaves disponibles porque las estaban preparando para enviarlas a Malí.
En efecto, fuentes de esa institución indicaron que para finales de noviembre anterior, los helicópteros MD500 ya estaban pintados de blanco y con las letras UN (Naciones Unidas, en inglés), listas para ser embarcadas hacia Malí. Eran tres.
Ese contingente partió a Malí en los primeros días de diciembre. Los tres “guardiancillos”, como suelen llamarles en la FAS a esos helicópteros MD500, se sumaban a otros tres que ya estaban operando con el contingente Torogoz.
Pero la Fuerza Armada de El Salvador no solo aporta personal y los seis helicópteros.