Los habitantes del municipio de Yayantique tienen tres años de estar gestionando con las autoridades de Secretaría de la Cultura la instalación de una Casa de la Cultura en la localidad, con el fin de tener un espacio de educación, entretenimiento y llevar a cabo actividades culturales y talleres vocacionales.
La gestión la iniciaron antes que la institución se convirtiera en Ministerio de Cultura el 19 de abril de 2018. La petición es respaldada por la gobernadora Grisia Hernández, quien es originaria y residente en Yayantique.
El 29 de marzo hubo una reunión entre jóvenes y adultos del área urbana, el sacerdote de la Iglesia y el director Nacional de la Red de las Casas de la Cultura y Convivencia para hablar sobre la disposición que a corto plazo abran el nuevo espacio.
“La reunión es para que la ciudadanía se comprometiera y tome protagonismo en la decisión de la apertura de una Casa de la Cultura, se formó un comité de transición para luego formar el Comité de Apoyo para que se logre contar con el proyecto y esperamos tenerla éste año”, dijo la Gobernadora.
De acuerdo con los pobladores, Yayantique es un pueblo indígena y conserva muchas tradiciones. Un lugar donde se elaboran las escobas y los sombreros de palma; también cuenta con jóvenes que se dedican al arte de las pinturas.
Alexander Córdova, director Nacional de la Red de las Casas de la Cultura, manifestó que una de las modalidades inmediata es el alquiler de un espacio por parte del ministerio, previo al cumplimiento de varios requisitos que debe reunir el inmueble; y segundo, buscar un espacio que sea propiedad de la alcaldía y se pueda dar en comodato.
El siguiente paso es convocar a una asamblea general de la comunidad y los diferentes sectores para conformar el Comité de Apoyo. “Depende de la agilidad del comité ciudadano, ésta Casa de la Cultura estaría en dos meses ya trabajando”, aseguró Córdova.
Juana Alicia Rodríguez, representante de la alcaldía, expresó que la comuna está en la disposición de apoyar el proyecto porque es una necesidad que tienen las comunidades, ya que el municipio tiene mucha historia y algunos vestigios que fueron encontrados por lugareños son conservados en viviendas particulares.
El sacerdote Sebastián Argueta tiene dos meses de estar administrando la Iglesia Católica, dice que en el pueblo hay mucha timidez y es posible que por eso las personas no luchan por acercarse a las entidades que puedan apoyar para el desarrollo del municipio.
“Se puede notar que aquí no es un caudal para hacer negocio, el pueblo es pobre y la realidad que se vive, y sentimos que no ha existido un acercamiento del Estado como tal”, lamentó el religioso.
El párroco indicó que en la comunidad hay jóvenes que se dedican al arte de las pinturas, algunos de ellos se encargaron de pintar un mural en el altar de la iglesia.
José Misael García, 26 años, cursó el séptimo grado, se dedica a trabajos de albañilería, desde pequeño descubrió que le encanta la pintura, y hacer retratos de personas, “aquí en el pueblo no tenemos oportunidades para desarrollar el arte y es por eso que queremos un espacio para hacer talleres y también donde nosotros podamos hacer nuestras pinturas”, agregó
Felipe Cisneros, de 24 años, es otro pintor de Yayantique y dice que el arte lo vienen practicando desde los 10 años, “nos gusta pintar pero nos falta desarrollar nuestro arte y promoverla y enseñarle a los niños de las escuelas en talleres”.