“Si no se hubiera hecho el esfuerzo de formar el Comité de Prevención y Seguridad, en Concepción ya no se pudiera vivir libres de pandillas y en paz”. Así resume Miguel Miranda el resultado de las acciones contra la delincuencia realizadas en ese cantón de San José Cancasque. Este es otro de los 17 municipios de Chalatenango que, en 2018, no registró ningún homicidio.
Esta localidad, al igual que otras del departamento, como Ojos de Agua, nunca ha tenido un puesto policial. Cuando es necesaria la presencia de las autoridades son los agentes de Potonico, situado a pocos minutos de distancia, quienes deben desplazarse.
Miranda es presidente del Comité del cantón Concepción y es integrante del concejo municipal. Él explica que, hace un par de años, el lugar era frecuentado por pandilleros que llegaban principalmente de Ilobasco, Cabañas, por la cercanía territorial que hay entre ellos.
Durante las reuniones interinstitucionales que hace la alcaldía con las Asociaciones de Desarrollo Comunal, el sargento Adán Núñez, encargado de la Policía de Potonico, les propuso, hace seis años aproximadamente, crear el Comité de Prevención y Seguridad en Concepción. Esto debido a que ese sector, donde residen más de 150 familias, estaba teniendo mayor índice delictivo comparado con los otros tres cantones y la zona urbana.
El grupo a cargo de la vigilancia lo conforman más de una decena de habitantes, quienes realizan un trabajo en conjunto con sus vecinos, la municipalidad y la Policía.
“Somos una red, eso nos ha servido para coordinar acciones de prevención de violencia. Cuando hay un problema que afecta a todos nos reunimos para buscarle solución. La misma gente se ha vuelto la controladora de los pobladores”, manifiesta Núñez.
Cuando los residentes detectan que llegan personas extrañas a querer instalarse en el municipio, o sospechan que van a cometer un delito, alertan a las autoridades para que hagan su trabajo.
Con esta iniciativa se ha logrado “correr” a varios pandilleros o personas afines a ellos. Otros fueron detenidos cuando los agentes verificaron en la base de datos policial que tenían cuentas pendientes con la justicia e intentaban ocultarse en San José Cancasque.
El presidente del Comité cuenta satisfecho que en el municipio la mayor parte de la población son jóvenes, quienes no están siendo acosados por las pandillas. Agrega que los lugareños pueden salir de casa a realizar sus actividades diarias sin temor de que serán víctimas de la delincuencia.
Dos crímenes rompieron tendencia de cero homicidios
Al igual que otros municipios de Chalatenango, San José Cancasque había cerrado varios años sin ninguna muerte violenta, pero esa constante se alteró con dos hechos de sangre, registrados en 2017.
El sargento Núñez señala que ninguna de esas muertes fue obra de las pandillas. El primer crimen lo cometió un habitante contra otro vecino. Ambos habían asistido a una fiesta en la que ingirieron bebidas embriagantes. Más tarde, estando alcoholizados, discutieron y se atacaron con corvos. Uno murió y el otro fue arrestado. Luego enfrentó un juicio por el delito de homicidio y ahora cumple una condena de 30 años de cárcel.
La otra muerte violenta la cometió un hombre que fue deportado de Estados Unidos y vivía con un pariente que tenía discapacidad. Él consumía drogas y era agresivo, cuenta el policía. Bajo efectos de estas sustancias, el lugareño agredió a la señora, quien fue ingresada en un hospital, en donde falleció.
“Potonico y San José Cancasque tienen características similares. Cerramos el año pasado sin ningún homicidio, se traída una tendencia de cero pero el año antepasado se rompió con estas dos muertes. Los municipios de este lado de Chalatenango están bajos de delincuencia”, dice el jefe policial.