Hay 403 reos que padecen tuberculosis dentro del sistema penitenciario y ya están en tratamiento, confirmó el director general de Centros Penales, Marco Tulio Lima.
El funcionario explicó que en 2018 detectaron 2,003 prisioneros enfermos, y de ese total el 80% ( 1,613 pacientes )ya superó la segunda fase del tratamiento (curación).
“Nosotros hemos incrementado el rastreo de los casos, no esperamos que el caso aparezca. Actualmente tenemos en el nivel uno (dieron positivo para la enfermedad) 403 casos dentro del sistema penitenciario”, reveló Lima.
Los nuevos casos que han identificado se debe a que recibieron detenidos que provenían de bartolinas, y ya iban afectados con la enfermedad, explicó Lima.
En el 2018 rastrearon 10,000 posibles casos, de los cuales dio como positivos el 20% ( 2,003 reos ).
El alza de los casos en años anteriores se debió al hacinamiento y a las condiciones de insalubridad que existían en el sistema penitenciario, sostuvo Lima.
Además de la tuberculosis, se han registrado pacientes con otras enfermedades. Ante esto, el Ministerio de Salud (Minsal) ha implementado un plan para atender a los pacientes, suministrarles medicamento y capacitar al personal penitenciario.
El sistema penitenciario dispone de 25 clínicas y 200 profesionales de la salud. Éstos son asistidos por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), con lo que han logrado salir de la crisis que tuvieron a partir de 2016.
Congreso sobre enfermedad
En el marco de la celebración del Día Mundial de la Tuberculosis, que se conmemora cada 24 de marzo, el Ministerio de Salud desarrolló un congreso sobre la enfermedad para crear conciencia.
Julio Robles Ticas, viceministro de Servicios de Salud, mencionó que se han unido con las municipalidades y comunidades para poder realizar acciones que lleven a la erradicación de la enfermedad.
Salud ha detectó 3,615 casos hasta el final del 2018. La tasa actualmente es de 54 casos de enfermos por cada 100,000 habitantes, dijo Robles Ticas.
Síntomas de esta enfermedad
Puede provocar: Tos intensa que dura dos o tres semanas, tos con sangre o flema, fiebre, malestar general, pérdida de peso, principalmente en los niños; escalosfríos, debilidad o cansancio, dolor en el pecho, sudoración por la noche y falta de apetito.
Este mal tiene mucha relación con el estado nutricional de la persona, por lo que la población vulnerable es la más empobrecida del país.
