José Noé Coreas Mejía, de 12 años, se convirtió en el socorrista más joven que reside en el emprobrecido cantón el Volcán, La Cebadilla, en Sensuntepeque, gracias a las brigadas comunitarias que fueron capacitadas por el proyecto Actividades de Reducción de Riesgos para Desastres en Latinoamérica (LARRA), financiado por Cruz Roja Americana.
José aprendió a curar heridas y utilizar el botiquín. Está capacitado para inmovilizar fracturas con vendas y gasas.
Luego de sus jornadas de clases, el niño socorrista ayuda a su padre en las tareas del campo.
Además, es reconocido en su comunidad por su destacada participación en las Brigadas de Primeros Auxilios, del proyecto LARRA.
“Cuando mi papá se corta le pongo vendas y esparadrapo. También a mi mamá le ayudo con cualquier lesión que sufra”, narra con entusiasmo y seguridad.
La familia del menor formó parte de la Asistencia en Transferencia en efectivo que realizó en el cantón la Cruz Roja, para solventar las necesidades de las personas que perdieron sus cultivos por la falta de lluvias, el invierno pasado. “Yo me sentí aliviado porque a veces ni comíamos o una vez al día comíamos”, cuenta José.
Las familias subsisten del cultivo de frijol, maíz y maicillo.
El menor agradeció a la institución por la ayuda en efectivo que recibió su familia.
“Mi mamá compró aceite, arroz, azúcar y leche; me gustó porque pudimos comer varios días y nos alimentamos”.
Ayuda social
La Asistencia en Transferencia en Efectivo es la entrega de un bono, una nueva modalidad que implementa la Cruz Roja Salvadoreña, para dignificar la ayuda que se les da a las personas afectadas por cualquier desastre o contexto social.
El Plan de Emergencia Familiar es una de las herramientas que utiliza José para estudiar sobre temas del botiquín, primeros auxilios, evacuación ante emergencias con el fin de ayudar en su comunidad.
El niño socorrista aconseja que cuando hay derrumbes se debe colocar conos para evitar accidentes.
