El Juzgado Especializado de Instrucción para una Vida Libre de Violencia contra la Mujer de Santa Ana instaló esta mañana el juicio contra Denys Edenilson Suárez, acusado de haber asesinado a la doctora Rosa María Bonilla, quien era su excompañera de vida.
Además, se le procesa por fraude procesal, es decir, por haber destruido evidencia que lo incriminaba en el asesinato al limpiar la sangre de la víctima.
El referido tribunal ha programado el desarrollo del juicio por unas dos semanas en las que se espera que desfilen una serie de testigos y evidencias técnicas científicas que incriminan a Suárez.
La doctora Bonilla murió el 23 de enero del 2018 en el hospital del Seguro Social de Santa Ana, un día después de haber sido supuestamente vapuleada por su pareja.
Informes de las autoridades forenses revelaron que Suárez Mejía tenía lesiones en su cuerpo supuestamente causadas por su víctima al intentar defenderse.
Lo anterior fue reforzado con los golpes y rasguños que Suárez tenía en sus hombros, brazos y otras partes de su cuerpo, lo que lo convirtió en el principal sospechoso de la muerte de la doctora Bonilla.
En un principio, el imputado aseguró que llevó a su expareja al hospital porque se había caído y que los golpes que tenía en su cuerpo le habían causado la muerte.
Cuando las autoridades procesaron la casa donde vivía la pareja encontraron rastros de sangre de la víctima que Suárez intentó limpiar.
La prueba de luminol arrojó fluorescencia -marcas de sangre- desde el cuarto de la víctima hasta las gradas de la casa, en la sala, en el cuarto del hijo de la fallecida y en el área de la lavadora, en esta última parte de la vivienda se encontró un edredón que, aunque había sido lavado, tenía presencia y olor a sangre, según la Fiscalía General.
Un grupo de mujeres pertenecientes a una organización feminista pedía justicia para la doctora Bonilla en las afueras del referido tribunal.
En enero pasado, al cumplirse un año del asesinato de la doctora, sus compañeros de estudio decidieron recordar con un significativo gesto a la profesional. Visitaron su tumba en un cementerio privado y colocaron una placa con la fecha de nacimiento y muerte de la doctora.
“Rosa María Bonilla Vega, nació el 31 de marzo de 1972 y murió el 23 de enero de 2018. Gigita te amamos mucho. Promo. 90. Colegio Bautista y con gratitud los Bonilla Vega”, reza la placa que colocaron los dolientes.
