Blanca, la profesora que desapareció tras salir a visitar a una amiga en Ilopango

Sus padres no han descansado de buscarla desde hace ocho meses y reclaman a las autoridades por la falta de interés en estos casos, que cada vez se incrementan en El Salvador.

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La profesora Blanca Lidia Rosales de Cortez está desaparecida. Hace 8 meses salió de su casa en Ilopango y a la fecha no saben de ella. Foto EDH/Jaime López.

Por Jaime López / Óscar Iraheta

2019-03-17 10:03:58

Cada vez que habla de su hija, a la madre de Blanca Lidia Rosales de Cortez se le quiebra la voz y llora de impotencia; y arremete contra un sistema que es frío e indiferente al dolor de cientos de familiares de desaparecidos en El Salvador.

“¿Dónde están los derechos de las mujeres, todo es una falsedad, hemos ido a los Derechos Humanos, pero nada tiene importancia para ellos, eso de los derechos humanos es mentira, porque hay más ayuda para esa gente (pandilleros) que solo daño le hacen a la gente, que para la gente buena”, así de conmovedoras son las expresiones de una madre que llora desconsolada al ver la ineptitud del gobierno frente a estos hechos.

La profesora Blanca Lidia salió a visitar a una amiga en la Cima de San Bartolo, en Tonacatepeque, el 4 de julio del año pasado y desde entonces no supieron más de ella.

Los más afectados por su ausencia son sus dos hijos de 18 y 13 años. Ocho meses han pasado desde que la docente desapareciera. “Solo nos dicen que están investigando el caso pero no precisan nada de lo que han averiguado, si en este mundo no hay nada oculto. Ellos conocen la zona en la que mi hija se movía”, reclama la madre quien no logra contener su llanto.

La madre de Rosales afirmó que su hija salió entre 6:30 y 7:00 p.m. del 4 de julio. A las 10:00 de la noche, al ver que no regresaba le llamaron a su celular pero no contestó. El día siguiente volvió a llamarle pero tampoco respondió. Desde ese día comenzó la interminable angustia para la familia de la docente.

Y donde solo ha encontrado autoridades con oídos sordos e instituciones que se jactan de proteger los derechos de las mujeres, como Ciudad Mujer, pero en su caso no han hecho nada. Después de varios días, los dos padres de la maestra fueron a la Fiscalía a denunciar la desaparición de su hija, “ahí me di cuenta que no solo yo era que andaba buscando a un pariente desaparecido, son varias personas que hacían lo mismo y que las autoridades no les prestan atención”, relata la señora.

Los padres de la profesora desaparecida se preguntan, ¿cómo es posible que digan que ha bajado la criminalidad, si estos casos están golpeando a muchas familias salvadoreñas”.

Rosales, de 39 años de edad, es graduada en Administración de Empresas y trabajaba como profesora en dos centros educativos en Ilopango, donde residía, pero hacía unos meses que había renunciado.

Parientes manifiestan que el día de su desaparición, recibió una llamada telefónica y luego la vieron preocupada, sin embargo, ella no reveló a nadie tener problemas.

Uno de los fiscales a cargo de la investigación, dice la señora, que llegó al extremo de decirle: “y usted, ¿no ha ido al lugar que fue a visitar ella a su amiga por última vez?.

La señora le respondió: “como voy a ir a un lugar de esos, considerado como zona roja, dominada por pandilleros, creo que ni ellos que son autoridad tienen valor de ir”.

Los padres de Rosales de Cortez han ido en seis ocasiones a la Fiscalía, pero no han logrado hablar de nuevo con el fiscal del caso. La señora pide que si alguien tiene información que se las faciliten al celular 7624-8817.