En Soyapango, uno de los municipios más poblados del Gran San Salvador, hay unas 60 zonas sin acceso al servicio de emergencia y a que una ambulancia llegue para trasladarlos.
“Son alrededor de 150 mil personas que viven en zonas rojas y que si hay una emergencia ellos buscan por sus propios medios llegar a un centro de atención de salud”, dijo Luis Romero, coordinador del Proyecto de Médicos Sin Fronteras.
Romero expuso que la violencia es un problema complejo en las comunidades urbanas, donde hay una fuerte influencia de pandillas y hostigamiento de las fuerzas de seguridad, “entonces (las pandilllas) interpretan el servicio de las ambulancias como información de inteligencia, y esto afecta a las poblaciones”, manifestó .
Añadió que cuando se acercaron a la población a preguntar cómo hacían ante una emergencia, la respuesta muchas veces fue que “para que las ambulancias llegaran, les cobraban el servicio; si no, el vecino que tiene carro hace el viaje y cobra”.
Lee también: “Nos marginan porque se supone que esta comunidad no existe”
“Luego, cuando llegan al hospital debe esperar una atención, que se vuelve incierta con el paso de las horas. La gente prefiere quedarse y morir en casa. Esas son actitudes y prejuicios que está comunidades tienen de los servicios de salud”, explicó Romero.
Debido a la falta de atención en salud de emergencia se consolidó el proyecto de Servicios Prehospitalario, el cual opera en la base de Comandos de Salvamento, en el municipio de Ilopango, la cual fue equipada con dos ambulancias, una especializada y otra para traslado de paciente.
Carlos Eduardo Domínguez, médico de servicio prehospitalario de Médicos Sin Fronteras, explicó que la atención es las 24 horas del día, los 365 días del año, con una ambulancia especializada, además de personal médico y de enfermería.