Vilma Lorena tenía dos negocios de comida en la colonia Santa Lucía, en Ilopango, pero con el dinero que le otorgó la pandilla, logró adquirir seis negocios más. Además, gozaba de la protección de la estructura delincuencial.
En tanto, otros comerciantes que eran la competencia de Vilma, sí sufrían extorsiones, aseguró el fiscal del caso denominado Cuscatlán, luego de que el Juzgado Especializado de Instrucción B instaló este miércoles la audiencia preliminar.
Otra de las acusadas por la Fiscalía General de la República (FGR) es Florinda Recinos Blommaner, quien es señalada de hacer una inversión, de entre 30 mil y 40 mil dólares, para comprar una unidad de transporte. Ella era la presidenta de una cooperativa de transportistas de la ruta 29, y su hija tenía una relación sentimental con un cabecilla de la MS.
La forma de operar
Según la investigación de la Fiscalía, los miembros del grupo delincuencial proporcionaban el dinero para que los comerciantes pudieran adquirir inmuebles, mejorar o abrir otros negocios y, posteriormente, esas ganancias retornarlas a la estructura.
Las dos mujeres mencionadas y otros siete implicados son acusados por los delitos de lavado de dinero y organizaciones terroristas.
Luego de esta audiencia preliminar, se espera el fallo en los próximos días que determinará si los detenidos se enfrentarán la vista pública.
En este caso se ha procesado a 33 imputados, acusados por los delitos de lavado de dinero y activos, extorsión y homicidios agravados entre otros.