El esfuerzo de un grupo de ambientalistas por reforestar el manglar de cantón San Felipe, en el municipio de Pasaquina, fue frustrado por quienes talaron, con machete, tanto el área recién reforestada y los sectores aledaños.
“La tala la tuvieron que hacer la semana pasada porque nosotros constantemente venimos a estar monitoreando”, dijo Manuel Hernández, de la Fundación Salvadoreña para la Promoción Social y el Desarrollo Económico (Funsalprodese).
Entre septiembre y diciembre del 2018, fueron sembrados unos dos mil mangles en ese sector, los cuales habían crecido unos 40 centímetros; pero recientemente todos fueron cortados.
También fue talado mangle que medía tres metros de altura.
El área afectada mide una hectárea y se presume que la acción ha tenido como finalidad usar, nuevamente, ese espacio para reactivar una salinera.
El año pasado Funsalprodese plantó 10,000 candelillas de mangle en los esteros, en puntos donde funcionaban salineras y que en ese momento estaban abandonadas. Los terrenos reforestados son del Estado y están entre los municipios de San Alejo y Pasaquina.
Técnicos de Funsalprodese y guardarecursos del Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) inspeccionaron la zona para verificar los daños.
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Las autoridades de la fundación harán un informe para entregarlo al Ministerio del Medio Ambiente; además de denunciar el hecho ante el Juzgado de Medio Ambiente, con sede en San Miguel.
El coordinador de Funsalprodese, Manuel Hernández, comentó que desde hace muchos años, en el área de San Felipe, donde plantaron los mangles, dejó de funcionar la salinera, por tal razón no existe registro de concesión entre el Estado y algún representante de las salineras.
“La salinera está en desuso, por mucho tiempo dejó de operar. Lo que hoy quieren es talar esos mangles para poder decir que las salineras están trabajando y por eso no hay árboles dentro del área”, explicó Hernández.
La fundación estima que la inversión que hicieron y quedó pérdida es por $2,000; sin embargo, los daños más graves son ambientales porque se pierde biodiversidad, ya que a medida que los árboles crecen se vuelve hábitat de mamíferos, aves, reptiles, caracoles, cangrejos y otras especies.
El Ministerio de Medio Ambiente ha destacado la importancia del manglar en “la adaptación al cambio climático y por los servicios ecosistémicos que éstos ofrecen a la economía nacional”.